Devotos y peñas no faltarán a su cita del 25 con el Santiaguiño do Monte

Procesión, subida al santuario, sardiñada
y música centran el día grande de la romería
Fiestas
María Rendueles
Fieles asistiendo a misa en el exterior del templo en una anterior celebración del Santiaguiño do Monte. Foto: Sangiao

El lunes 25, el municipio de Padrón acogerá la celebración de la Romaría do Santiaguiño do Monte, una festividad que atrae a miles de romeros, devotos y peñas hasta el santuario para rendir honor al santo. Además de los actos religiosos, la romería acoge, como es tradicional, una gran sardiñada y actuaciones en directo en el monte.

En cuanto a los actos religiosos, a las 10.00 horas se oficiará la misa en la iglesia parroquial, seguida de procesión por las calles de la villa. A las 12.00 y a las 13.00 horas se celebrarán misas en la capilla del Santiaguiño. A las 19.45 horas se producirá la bajada de la procesión hacia la iglesia parroquial, donde se oficiará una misa a las 20.30.

Se trata de la fiesta más padronesa de todas. O al menos la única que consigue congregar a buena parte del pueblo en un lugar tan significativo, donde este año volverán a reunirse familias y peñas de amigos para honrar al patrón, participar en la sardiñada y, por supuesto, celebrar la comida campestre.

El Concello ha programado rutas de autobuses cada media hora para que las personas con movilidad reducida puedan subir y bajar del monte. Para llegar al área recreativa de Santiaguiño do Monte de Padrón hay dos opciones. La primera de ellas es ir a pie, a través de una escalera de 132 escalones que nacen muy cerca del Convento do Carme. La segunda posibilidad es llegar en coche, cogiendo la AC-299 en dirección a Rois, desviándose a la izquierda a unos 300 metros del puente de Santiago.

En el área está la ermita del Santiaguiño. Se desconoce la fecha en la que se erigió, pero se sabe que en el siglo XV Rodrigo de Luna impulsó su reconstrucción. En este lugar está el sepulcro del canónigo Gregorio, probablemente el constructor del templo, pues a partir del siglo XV el monte del Burgo comenzó a denominarse de San Gregorio

Después está la fuente, un lugar que se identificó con la gruta en la que se escondió el Apóstol Santiago y que desde el siglo XV se vincula con el perdón de los pecados. Era el lugar donde bebían y se lavaban los peregrinos que se aproximaban al territorio en que el Apóstol predicó hace casi dos mil años.

En el centro del conjunto de los 10 grandes batolitos destaca la figura de Santiago sobre una peana. Delante hay unas cruces grabadas y una inscripción que reza, según algunos, “Limosna para Santiago Maior Apóstolo” y, según otros, “Limosna para Jesús y María”. En el siglo XVI los peregrinos subían a estas rocas de rodillas rezando en cada uno de los escalones y terminaban el rito pasando a través de ellos. La creencia popular asegura que, si no se recorren de vivo, ha de hacerse de muerto.