Abel Caballero se frota las manos

El Correo Gallego

política. El alcalde de Vigo tiene estos días dos motivos para estar contento. El primero, la llegada de la Navidad, su período del año preferido. Unas semanas en las que no sólo disfrutará de las luces de la ciudad, que según asegura se ven desde Nueva York, sino también de la iluminación de los platós de televisión por los que se pasea tanto para promocionar la urbe como su candidatura a las próximas elecciones. Pero además, el ínclito regidor socialista aguarda feliz otro espectáculo, esta vez no como actor sino como mero espectador, pero igual de interesante para sus intereses: el del PP local y su proceso interno para elegir nuevo líder, que promete, como la noria y los villancicos a todo trapo, dejar emociones al rojo vivo. Una batalla política que tendrá a un lado del ring a la actual delegada de la Xunta en el municipio olívico, Marta Fernández Tapias, y al otro al exconselleiro y senador Javier Guerra, un viejo conocido en estas lides. Dos aspirantes, dos proyectos, dos equipos y una promesa común de integración pero que amenaza, como bien saben en el PSdeG, con dejar heridas difíciles de cicatrizar. Es decir, un Partido Popular desunido, donde no todos remen en la misma dirección y que, si esto sucede, será el mejor aliado para que el también presidente de la FEMP revalide una vez más su amplia mayoría absoluta. Abel Caballero, de momento, se frota las manos.