Convivir como la única alternativa

El Correo Gallego

GRIPE, RESFRIADO, virus sincitial respiratorio y, ahora, también covid. Todos ellos son virus con los que el ser humano ha aprendido a convivir, con algunos hace ya mucho tiempo y, con otros, como el SARS-CoV-2, más recientemente. Sea como fuere, lo cierto es que gracias al desarrollo de la Ciencia y de la Medicina, las personas pueden llevar una vida prácticamente normal frente a epidemias y pandemias que en su momento causaron un elevado número de muertes. La protección individual y las vacunas son las únicas vías de combate que se han demostrado efectivas. La última batalla que hemos librado como especie, frente al coronavirus, se ha casi ganado gracias a ellas. Ahora bien, su protección no es indefinida, por lo que es probable que, como se hace con la gripe cada año, se necesiten nuevas dosis de refuerzo. La diferencia es que este nuevo virus no perdona y, a diferencia del de la gripe, puede terminar en graves consecuencias para el infectado por joven que sea, incluso causando su muerte. De ahí que la acogida de la campaña de vacunación haya sido mucho mayor en porcentaje de lo que estábamos acostumbrados: alrededor del 90 % de media. Por ello, los centros sanitarios no son suficientes para inocular a tantas personas, pero, por suerte, hay una herramienta que se ha perfeccionado durante este año y medio y que volverá cuando sea preciso: los vacunódromos, con capacidad para unas 20.000 personas diarias.