Credibilidad, solvencia, prestigio y discreción

El Correo Gallego

EN GALICIA son pocas las empresas que pueden aguantar la comparación con Inditex, un auténtico milagro que hasta se estudia en las facultades de Economía. Dejando a un lado al gigante de Arteixo, hay firmas que destacan por hacer bien las cosas, al estilo Zara se puede decir, y una es Aluminios Cortizo. Si Amancio Ortega desde un modesto local en el bajo del número 61 de la calle Noia en A Coruña levantó un imperio en la moda, José Manuel Cortizo hizo otro tanto desde un pequeño taller en Extramundi-Padrón para situarse como un referente en el mundo del aluminio en Europa. Uno y otro se curtieron como trabajadores a cuenta ajena dentro del mismo sector y supieron encaminarse conscientes de que su sueño era posible, aunque el Yes we can, but..., como Barack Obama, no iba a ocurrir de la noche a la mañana. Los dos tendrían que dedicarle 24 horas de los 365 días de año. Fue una labor ardua, un crecer sin parar, un detenerse solo para tomar impulso, lo que llevó a José Manuel Cortizo a situar a su grupo en un lugar de privilegio; líder en fabricación de perfilería de aluminio y ganando terreno a pasos agigantados en su expansión por Europa. A punto de cumplir 50 años, desde que se independizó en 1972, el Grupo que preside es hoy una enseña que aúna credibilidad, solvencia y prestigio, factura más de 700 millones, cuenta con nueve centros productivos, tiene presencia en más de sesenta países y supera con creces los 3.600 trabajadores. Con un dato a destacar: se sitúa por encima del 82% de contratos fijos en su plantilla. Superó la larga crisis financiera de 2008 ampliando mercados y apostando por diversificar productos, lo que le permitió batir récords de venta cada ejercicio y crear más puestos de trabajo. Ahora sale fortalecido de la crisis pandémica con el objetivo de triplicar su capacidad de producción y mantener el ritmo de crecimiento. Para ello realizará una inversión multimillonaria centrada en avanzar en la adaptación a una industria más verde, sostenible e internacional. Desvelaba ayer Daniel Lainz, director general de arquitectura de la empresa, en la presentación del Plan de Expansión y Sostenibilidad, la apuesta por el PVC en los próximos cinco años, con el reto de “pasar de liderar el mercado español y portugués a convertirse en la firma más importante del sector en Europa”, como afirmó el gerente de CortizoPVC, Estanislao Suárez. Un paso más en el largo y fructífero camino dirigido y tutelado por José Manuel Cortizo, un empresario hecho a si mismo, hombre bueno y generoso, que por encima supo inculcar su instinto, vocación y discreción a quienes le sucederán en una empresa familiar pero cada vez más grande e internacional.