El Monte do Gozo vuelve a sus orígenes

Beatriz Castro
Juan Pablo II en el Monte do Gozo en 1989. Foto: ECG

recuerda de vez en cuando monseñor Salvador Domato que cuando le encomendaron organizar la memorable Jornada Mundial de la Juventud de 1989 tuvo que hacer frente a no pocos retos, uno de ellos encontrar un lugar en Santiago que pudiese albergar al medio millón de jóvenes que estaba previsto que llegasen a la ciudad a raíz de la convocatoria de Juan Pablo II. Después de barajar las posibilidades, llegó al Monte do Gozo, donde se encontró con un conjunto de leiras en estado casi salvaje que necesitaban una profunda puesta a punto para convertirlas en un espacio digno de una celebración litúrgica multitudinaria. Con la ayuda de la Xunta fue posible; y desde entonces aquella montaña se convertiría en un lugar de referencia para los peregrinos que llegan a la ciudad del Apóstol. Con la puesta en marcha del Plan Xacobeo, el Monte do Gozo se convirtió el lugar de acogida por excelencia. Se construyeron barracones, un camping y amplios espacios al aire libre para que los caminantes pudiesen descansar. Y después de la última reforma que realizó la administración autonómica, se puede decir que este espacio luce hoy más esplendoroso que nunca y presta además numerosos servicios. En los últimos tiempos hemos visto cómo ha sido la sede de numerosos acontecimientos; grandes conciertos, festivales... Pero este fin de semana ha vuelto a sus orígenes, acogiendo de nuevo a los jóvenes de la Iglesia. En cierto modo, en el Monte do Gozo se ha vuelto a vivir el espíritu de aquella Jornada Mundial de la Juventud de 1989 que forma parte ya de la historia de Santiago y Galicia.