Paciencia, la Policía de Barrio llegará

Beatriz Castro

Los compostelanos llevan meses esperando a que se haga realidad una de las que fuera promesa electoral del alcalde, Xosé Sánchez Bugallo, la esperada puesta en marcha de la llamada Policía de Barrio, que el concejal de Seguridad Ciudadana, Gonzalo Muíños, ha rebautizado como Policía de Distrito. El problema es que Santiago se ha encontrado con un invitado inesperado, el dichoso covid, que ha retrasado muchos planes, entre ellos, éste. De hecho, los agentes de la Local están volcados en este momento en controlar los desmanes de los más jóvenes en las noches de movida, sobre todo, las aglomeraciones que se producen principalmente en dos zonas de la ciudad: Alfredo Brañas y Curros Enríquez. Así, el Ayuntamiento se ha propuesto meter en cintura a los estudiantes a base de multas, puesto que parece que es la única forma efectiva de que los universitarios no beban alcohol en la calle, ni orinen en la vía pública o canten o vociferen a altas horas de la madrugada. Los esfuerzos están concentrados ahora en este terreno y parece que la vieja demanda de las asociaciones vecinales de contar con la esperada Policía de Barrio tendrá que esperar.

Ojalá que este servicio esté operativo lo antes posible, puesto que en el pasado ya se demostró que era una figura muy efectiva y respetada por los compostelanos. Y es que el objetivo principal de este dispositivo es conseguir acercar a los agentes, a los que algunos ven con cierto temor, a los ciudadanos y establecer con ellos una relación de confianza, gracias a que siempre serán los mismos agentes los que patrullen por una determinada zona de la ciudad.

De este modo, los vecinos podrán contarles cuáles son los aspectos que más les preocupan, en lo que a seguridad se refiere, en sus barrios y calles. Esperemos que la nueva variante del Covid, Ómicron, no nos juegue una mala pasada, y podamos contar cuanto antes en la capital gallega con la Policía de Distrito.