¿Una víctima más del Alvia?

El Correo Gallego
Francisco José Garzón Amo

Aunque Francisco José Garzón Amo se sienta en el banquillo durante el juicio por el accidente del Alvia, son muchos los pasajeros y familiares de los fallecidos de aquel fatídico tren que ven en este trabajador otro damnificado por la tragedia y no un presunto culpable. Pese a que desde un primer momento, justo después del descarrilamiento, todavía en shock y cubierto de sangre, admitió que se había “despistado”, quien estaba a los mandos del convoy la noche del 23 de julio de 2013 a su paso por la curva de A Grandeira sostiene, al igual que su abogado, que “antes de fallar” él, “fallaron otros”. La misma opinión que comparten gran parte de las personas que iban a bordo. Si el vehículo que guiaba a 200 kilómetros por hora hubiese contado con el apoyo de los sistemas de seguridad adecuados, recalcan, las cosas hubieran sido muy diferentes. El largo proceso que comenzó este miércoles en Santiago y ayer celebró su segunda sesión será el encargado de dar y quitar razones y sobre todo –en eso hay que confiar– arrojará luz sobre sucedido hace ya casi una década. La sentencia, al menos, cerrará la etapa legal. La humana seguirá abierta para aquellos que vieron como su vida cambiaba para siempre, entre ellos el maquinista acusado de 80 delitos de homicidio y 145 de lesiones. Así quedó reflejado en su declaración ante el tribunal de este jueves, en la que se vio a un hombre desolado. Roto, entre llantos e incapaz de mantener la serenidad cuando devuelve a su mente el siniestro, no pudo contener las lágrimas al final, tras volver a pedir perdón. “No pude evitarlo”, se defendió. Visiblemente nervioso, su testimonio abundó en que la fiablidad del trayecto no podía quedar a expensas de un error humano. “Nunca recibí formación para esa vía”, alegó entre otras cuestiones, abundando en que no existía ningún tipo de señal previa que le indicase que debía reducir la velocidad a su paso por Angrois. “Con las medidas que hay ahora no hubiera ocurrido, no, imposible”, insistió, reiterando sus disculpas. Una actitud que valoran los afectados, como admitió su representante, Jesús Domínguez, advirtiendo que entre ellos “habrá gente que le perdone y habrá gente que no”. Rogelio, el padre de un chico fallecido, si cree, como expresó en Telecinco que Garzón “es una víctima más”. Un concepto llamativamente distinto del que tienen sobre el exdirector de Seguridad de Adif.