Reseña Musical

Boccherini:”Stabat Mater” por Rosana Orsini y J. Manuel Dapena en el Mosteiro Sta. Cristina de Ribas do Sil

Ramón García Balado

Concierto en el Mosteiro de Sta Cristina de Ribas do Sil- 21´00 h.-, para el certamen “Santa Cristina in Música”, un Diálogo Musical na Ribeira Sacra, que nos reserva en versión a dúo de soprano y guitarra, del “Stabat Mater” de Luigi Boccherini. Rosana Orsini, cantante que mañana clausura “Espazos Sonoros”, en el Mosteiro de San Paio compostelano con el trío “Favola d´Argo”, en un programa dedicado a las músicas das benedictinas do Porto bajo el título “Monialibus est necessaria musica”, es artista con formación en la Universidade de Minas Gerais (Brasil) ,antes de realizar un master en la Manhattan School of Music neoyorquina y un posgrado en la Royal Accademy of Music, de Londres. Su interés por la especialización en el barroco, la llevó a seguir la docencia de Antonio Florio en el Conservatorio di San Pietro a Majella, en Nápoles. Es doctorada en Historia moderna y contemporánea por la Universidad de la Sorbona- París-IV y en ciencias musicales por la Universidade Nova do Lisboa. Es fundadora precisamente del grupo “Favola d´Argo”, con el organista Marco Aurélio Brescia, con quien ya colaboró en el ciclo “De Lugares e Órganos”.

J.Manuel Dapena, tuvo como maestro a David Russell y su presentación internacional la realizó en el Carnegie Hall en febrero de 2008, consolidando desde entonces una carrera de gran proyección. Realizó transcripciones para la guitarra de J.S. Bach, un capítulo que añadir a sus habituales trabajos monográficos y a sus colaboraciones con cantantes como la que esta tarde tendremos. Destaquemos por su interés, un par de registros discográficos, “Rincón mágico”, dedicado a la obra de Joaquín Turina, que incluía sus piezas para el instrumento además de transcripciones propias de otras como “Orgía”, perteneciente a las “Danzas fantásticas op. 22” o “En los jardines de Murcia”, de “Cuentos de España, Op. 20”. Del propio Turina para la guitarra, “Sevillana”, “Fandanguillo”, “Ráfaga”, “Sonata para guitarra” y “Homenaje a Tárrega”. Una segunda entrega, fue “Al pie de una guitarra”, en la que se apreciarían las cualidades que muestra, merced a su sonido redondo y el poderío de pulsación, una selección de obras elegidas de Sainz de la Maza, Albéniz,Vicente Asensio o Leo Brouwer, en su origen, una sesión de conciertos destinados al Instituto Cervantes, en conmemoración del centenario del poeta Miguel Hernández.

Luigi Boccherini con el “Stabat Mater”, perteneciente al corto repertorio de piezas sacras e incluso vocales, en las que destaca su ópera “La Clementina” sobre libreto de Ramón de la Cruz, posible dedicatoria a la condesa-duquesa de Benavente y que se conserva en la Biblioteca Nacional de Madrid. Es Boccherini nuestro muy apreciado compositor de obras camerísticas, en especial por los tríos y quintetos y su incorporación a las culturas hispanas, repercutirá en los resultados logrados en ese apartado. Un Boccherini que recibirá excelente acogida en la corte gracias al interés que por él mostró el infante Don Luís de Borbón, en cuya Capilla Musical, deja impronta a partir de 1771, año en el que da a conocer las “Sei Sinfonie Op.12”, interpretadas en la Academia integrada por una plantilla de músicos estables. El Boccherini que serían también chelista de la Real Capilla, antes de que a la altura de 1776, resulte nombrado director de la Orquesta de la Condesa-duquesa de Benavente.

En la biblioteca de tan ilustre protectora, y hacia 1824, aparecerán buena parte de sus composiciones escritas mientras ejercía como músico al servicio del Infante Don Luís de Borbón y que con cierta seguridad se había llevado cuando pasó al servicio de esta dama. Un considerable prestigio como chelista y compositor, que se confirmará en sus trabajos para la Casa Real, el duque de Alba y la condesa protectora. Los venerados quintetos para cuerda, en especial una cuidada selección de ellos, gozarán de un tratamiento para guitarra, ese instrumento al que era muy aficionado el duque de Benavente.

El “Stabat Mater”, fue obra condenada a quedar un tanto ensombrecida, en medio del predominio de su obra instrumental, verdadero capricho de solistas y músicos de cámara. La pieza sacra, única que se conserva completa, cuenta con dos versiones, la primera de 1781, dedicada a voz de soprano y quinteto de cuerdas, con dos violines, viola, dos chelos (obbigato y basso), pudo haber sido un encargo de su apreciado Infante Don Luís de Borbón y la única copia manuscrita de esta primera versión de la que se tiene constancia, formó parte de la colección de Louis Picqueot, hasta que en 1992, la Library of Congress, de Washington, se haga con ella. En esencia, una obra de talante paralitúrgico o sencillamente devocional, sin que se conserve noticia de alguna interpretación en su tiempo. Como alternativa, quizás se realizase una llevada a cabo por su compañera Clementina Pellicia , con músicos del Infante. Once movimientos en tres secciones, una primera con los cuatro iniciales, de carácter sombrío y solemne; la segunda, en cinco partes, afectuosa y cálida, y la tercera que nos traslada a la primera, en un “Amen” final.

La otra versión, es del año 1801, en ese caso para dos sopranos y tenor, con acompañamiento de dos violines, viola, violonchelo y contrabajo, obra que aparece en su catálogo como “Op. 61”, obra que quedará destinada a una mayor divulgación y cuya primera edición fue publicada por Giuseppe Amiconi, en Nápoles en 1801, todavía en vida de Boccherini aunque se presume que el compositor, poco o nada tuvo que ver con la misma. Obra que volverá a conocer una nueva edición de Sieberm en 1805. Once movimientos también, además de una introducción.