{ políticas de babel } Consumamos como gallegos
HOY, Día das Letras Galegas, celebramos algo cercano y propio que nos hace sentir orgullosos y especiales. Y eso está bien. Pero quizá sea hora de aplicar este ímpetu a otros sectores con menos visibilidad, pero igual de relevantes para nuestra Comunidad gallega. No olvidemos que urge seguir cuidándonos, y protegiendo a quienes nos rodean, siendo prudentes y respetando las instrucciones sanitarias.
Además, y dadas las indicaciones de desescalada, es hora de contribuir a nuestra economía. Todos podemos y debemos, además de mimar nuestra lengua y nuestra literatura, y comprar la prensa cercana que nos informa y hace libres, aportar al país que nos acoge nuestro granito de arena, consumiendo productos autóctonos. No cuesta tanto elegir frutas, verduras y legumbres de la tierra, ni estar atentos a los sectores productivos que más sufren.
Sabemos que, por ejemplo, no se consigue dar salida a esa carne de cordero que tanto admiramos en Navidad. Pues ahora que está más económica, poco nos costaría incluirla en nuestros menús. Algo semejante ocurre con ciertos pescados y mariscos. Dado que muchos restaurantes permanecen cerrados, y que incluso los que van abriendo verán reducidos su aforo y su demanda, debemos echarles una mano. A la hora de hacer la compra, resulta sencillo dedicar siquiera un minuto a pensar en nuestro prójimo, y comprar leche, queso, y hasta conservas de nuestra tierra.
Igualmente, por muy cómodo que nos resulten las compras por Internet, podemos favorecer a los autónomos, a los pequeños propietarios, y a tantas familias y tiendas de proximidad que nos rodean. La mayoría de estos empresarios, aun habiendo visto sus establecimientos cerrados, y sus ingresos menguados, no han escatimado en acondicionar sus instalaciones para garantizar medidas de protección e higiene. Han invertido en mascarillas, desinfectantes, equipos de seguridad, e incluso en mamparas. Al igual que ellos cumplen, nosotros les debemos un reconocimiento que debe plasmarse en nuestras prácticas diarias de acopio de víveres. Si necesitamos un producto o una prenda, ¿por qué no optar por el comercio de nuestros barrios y ciudades?
Ahora que sabemos que el turismo internacional e incluso el nacional, tan necesarios para nuestra economía, se verán reducidos, es el momento de visitar esos bellísimos lugares de Galicia que, por tenerlos a mano, siempre postergamos y no valoramos ni disfrutamos debidamente. Nunca mejor que ahora para visitar nuestros parajes, conocer nuestros tesoros, consumir nuestros productos, y acudir a nuestros locales. Si a nuestros productores, a nuestros autónomos y a nuestros hosteleros les va bien, todos saldremos ganando. Más que nunca, impulsemos el sello Galicia Calidade. Si nuestra Comunidad se recupera, el beneficio será compartido.
HOY, Día das Letras Galegas, celebramos algo cercano y propio que nos hace sentir orgullosos y especiales. Y eso está bien. Pero quizá sea hora de aplicar este ímpetu a otros sectores con menos visibilidad, pero igual de relevantes para nuestra Comunidad gallega. No olvidemos que urge seguir cuidándonos, y protegiendo a quienes nos rodean, siendo prudentes y respetando las instrucciones sanitarias.
Además, y dadas las indicaciones de desescalada, es hora de contribuir a nuestra economía. Todos podemos y debemos, además de mimar nuestra lengua y nuestra literatura, y comprar la prensa cercana que nos informa y hace libres, aportar al país que nos acoge nuestro granito de arena, consumiendo productos autóctonos. No cuesta tanto elegir frutas, verduras y legumbres de la tierra, ni estar atentos a los sectores productivos que más sufren.
Sabemos que, por ejemplo, no se consigue dar salida a esa carne de cordero que tanto admiramos en Navidad. Pues ahora que está más económica, poco nos costaría incluirla en nuestros menús. Algo semejante ocurre con ciertos pescados y mariscos. Dado que muchos restaurantes permanecen cerrados, y que incluso los que van abriendo verán reducidos su aforo y su demanda, debemos echarles una mano. A la hora de hacer la compra, resulta sencillo dedicar siquiera un minuto a pensar en nuestro prójimo, y comprar leche, queso, y hasta conservas de nuestra tierra.
Igualmente, por muy cómodo que nos resulten las compras por Internet, podemos favorecer a los autónomos, a los pequeños propietarios, y a tantas familias y tiendas de proximidad que nos rodean. La mayoría de estos empresarios, aun habiendo visto sus establecimientos cerrados, y sus ingresos menguados, no han escatimado en acondicionar sus instalaciones para garantizar medidas de protección e higiene. Han invertido en mascarillas, desinfectantes, equipos de seguridad, e incluso en mamparas. Al igual que ellos cumplen, nosotros les debemos un reconocimiento que debe plasmarse en nuestras prácticas diarias de acopio de víveres. Si necesitamos un producto o una prenda, ¿por qué no optar por el comercio de nuestros barrios y ciudades?
Ahora que sabemos que el turismo internacional e incluso el nacional, tan necesarios para nuestra economía, se verán reducidos, es el momento de visitar esos bellísimos lugares de Galicia que, por tenerlos a mano, siempre postergamos y no valoramos ni disfrutamos debidamente. Nunca mejor que ahora para visitar nuestros parajes, conocer nuestros tesoros, consumir nuestros productos, y acudir a nuestros locales. Si a nuestros productores, a nuestros autónomos y a nuestros hosteleros les va bien, todos saldremos ganando. Más que nunca, impulsemos el sello Galicia Calidade. Si nuestra Comunidad se recupera, el beneficio será compartido.