rumorosos Cornudos y apaleados
POLÍTICA Uno de los cuentos del italiano Giovanni Bocaccio en El Decameron lleva el título de Cornudo y apaleado, que fue el origen de un conocido dicho popular que indica que una persona que sufre un daño u ofensa aún puede sufrir otro mayor; vamos, algo así como un “nada es nunca tan malo que no pueda empeorar” de la más moderna Ley de Murphy.
La trama del cuento escrito en el siglo XIV, sencilla y maquiavélica, se centraba en las relaciones adúlteras de la mujer de un caballero y su criado, una persona dotada de tanta imaginación como ignorancia tenía su señor. Ahora, tantos años después, lo de cornudo y apaleado, sigue vigente en muchos campos de la vida pero especialmente en la política.
Ejemplos hay y uno interesante es el de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz. El presidente del Gobierno para desgastar a su exvicepresidente segundo (aquél que le quitaba el sueño) le dio mucho carrete a la ministra de Trabajo, tanto que hasta le permitió capitalizar el éxito de los ERTE, pese a las advertencias de Carmen Calvo y Nadia Calviño, de que era un instrumento del Gobierno no del ministerio. Ahora Yolanda, como el criado de Bocaccio, está esperando su momento para moler a palos (políticamente) a Sánchez.
Lo mismo ocurre, por la derecha, entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso. Fue el presidente del partido quien apostó por ella cuando era una desconocida en contra del sentir general del PP, que no creían en ella. Ahora, subida a la ola del éxito, Isabel, como Yolanda, aguarda su momento para recordarle a su jefe de filas y amigo (ex) un nada es nunca tan malo que no pueda empeorar. Como hizo el criado. antón Trabanca
POLÍTICA Uno de los cuentos del italiano Giovanni Bocaccio en El Decameron lleva el título de Cornudo y apaleado, que fue el origen de un conocido dicho popular que indica que una persona que sufre un daño u ofensa aún puede sufrir otro mayor; vamos, algo así como un “nada es nunca tan malo que no pueda empeorar” de la más moderna Ley de Murphy.
La trama del cuento escrito en el siglo XIV, sencilla y maquiavélica, se centraba en las relaciones adúlteras de la mujer de un caballero y su criado, una persona dotada de tanta imaginación como ignorancia tenía su señor. Ahora, tantos años después, lo de cornudo y apaleado, sigue vigente en muchos campos de la vida pero especialmente en la política.
Ejemplos hay y uno interesante es el de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz. El presidente del Gobierno para desgastar a su exvicepresidente segundo (aquél que le quitaba el sueño) le dio mucho carrete a la ministra de Trabajo, tanto que hasta le permitió capitalizar el éxito de los ERTE, pese a las advertencias de Carmen Calvo y Nadia Calviño, de que era un instrumento del Gobierno no del ministerio. Ahora Yolanda, como el criado de Bocaccio, está esperando su momento para moler a palos (políticamente) a Sánchez.
Lo mismo ocurre, por la derecha, entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso. Fue el presidente del partido quien apostó por ella cuando era una desconocida en contra del sentir general del PP, que no creían en ella. Ahora, subida a la ola del éxito, Isabel, como Yolanda, aguarda su momento para recordarle a su jefe de filas y amigo (ex) un nada es nunca tan malo que no pueda empeorar. Como hizo el criado. antón Trabanca