Reseña Musical

Denis Kozhukhin, solista del “Concierto para piano n º 2, de C.Saint-Saëns”, con la “OSG”

Ramón García Balado

Concierto de la “OSG” en el palacio de la Ópera de A Coruña con obras de Bern Aloys Zimmermann, C.Saint-Saëns y F.J.Haydn, que se ofrecen los días 18 y 19, a las 20´00 h., bajo la dirección de Nuno Coelho, teniendo como solista a Denis Kozhukin, para el “Concierto para piano n º 2, en Sol m.Op 22”, de C. Saint-Saëns. El pianista estudió en el Conservatorio Elisabeth, de Bruselas, en la Academia de Piano Lago, de Como, y en la Escuela Reina Sofia, con Dmtri Bashkirov. Recibió asesoramientos de Stanislaw Yudenith, Peter Frank, Andreas Staier, Boris Berman, Charles Rosen, Kirill Gerstein, y especialmente, desde tiempos recientes, Daniel Barenboim. Cultiva el repertorio camerístico con artistas como Janine Jensen, Jörg Widemann, los hermanos Bernard y Gautier Capuçon, Nikolas Alstaedd, Elena Bashkirova o los cuartetos “Pavel Haas” y “Jerusalem”. Colabora con primeras orquestas del ámbito internacional y en 2018, se presentó en los “BBC Proms”, con el “Segundo concierto”, de Shostakovich y la “Aurora Orchestra”. Destacan dos registros discográficos, el dedicado a las ”Variaciones Sinfónicas”, de Cesar Franck, con la “O.F. de Luxenburgo” , con Gustavo Gimeno, y el trabajo a solo con las “Canciones sin palabras” ,de F.Mendelssohn y las “Lyrica pieces”, de E.Grieg. En esta temporada, anuncia una gira con Janine Jensen. En la Escuela Reina Sofía, también tuvo como maestro a Claudio Martínez Mehner.

Bernard Aloys Zimmermann, abre programa con “Giotra Genovese”, de 1962, obra ecléctica y propia de aquel período, un trabajo en el que recurre a las inspiraciones del barroco, y que se resuelve en cinco tiempos: “Introduzione (nach Tilmann Susatto); “Pavane I (nach Orlando Gibbons); “Moresca (nach William Byrd”; “Pavane II (nach Orlando Gibbons” y “Finale”, para una plantilla de 3 flautas, 3 oboes, 3 fagotes, 3 trompetas, 3 trompas, tba, tímpano, 2 guitarras, percusión, arpa y contrabajo. Una de las voces más amargas de la música alemana de su tiempo, cerrada con el propio suicidio, consecuencia de un talante hipersensible y huraño, muy comprometido con la vida de aquellos años. Obra absolutamente referencial es la ópera “Die Soldaten”, que recibió absolutos reconocimientos en Munich, con la dirección de Kiril Petrenko y en Berlin, antes de repetir en Zurich, en una producción preparada por Calixto Bieito y la dirección de Gabriel Feltz.

Zimmermann se había formado en Bonn, en 1937, y poco después en la Hochschule für Musik Koln, donde se diplomó en 1947, en cuya universidad acabaría ejerciendo la docencia. Una línea neoclásica, tendrá una importancia decisiva ya desde 1943, con la “Pequeña suite para violín”, que prolongará con el ciclo “Extenporale” y la “Sinfonía en un movimiento”. Tuvo una etapa de acercamiento al jazz y a las formas ligeras, que concederán un atractivo a obras como “Alagoga” , estrenada en 1955, en la que se observan influencias de la música brasileña. otra vertiente, le encontramos en las cercanías de Anton Webern, con la cantata “Omnia tempus habent”. Una carrera sin metas definidas, que nos llevarán a lo que será el estilo “pluralista”, en el que aparecen las convivencias un cada obra de músicas de diversas culturas y estratos sociales. Una necesidad vital de romper amarras, y que deja frutos como “Giostra Genovese”. Trabajos muchos en los que, como parte de su espíritu creativo, recurre a fuentes de tradiciones más diversas, como el ballet negro “Musique pour les souspires du Roi Ubu”, que coincide en época con la obra que se ofrece.

El “Concierto nº 2, en Sol m. Op. 22”, de C.Saint-Saëns, posterior en una década al anterior, es con seguridad su obra concertante por excelencia, y que el autor resolvió en el breve espacio de un par de semanas, en la primavera de 1868, con la mente puesta en un concierto del ilustre Anton Rubistein, que el director habría de abordar en París, con el autor al piano. El estreno se ofreció el 13 de mayo de1868, en la mítica Salle Pleyel, aunque solo el “scherzo” recibirá los parabienes de los asistentes. El “Andante sostenuto”, comienza y termina con una cadenza del solista, y la ofrecida al comienzo, resulta un majestuoso preámbulo, en el que dominan las notas graves del teclado. Será la orquesta la que se manifieste por el carácter elegíaco, definido por la voz del oboe. El “Allegro Scherzando”, para esta obra que carece de movimiento “Lento”, es realmente un “scherzo”, gracias a los timbales que se anuncian con un impulso poderoso sobre el teclado, que se entrega al primer tema, auspiciado por la cuerda grave y los fagotes. Para Alfred Cortot, el tiempo es como una idea surgida de “El sueño de una noche de verano”, de Shakesperare. El “Presto”, observa por parte del solista, un motivo claramente popular que nos acerca al estilo de una tarantela napolitana, condensando la coda elementos rítmicos, melódicos y armónicos de un ostensible virtuosismo.

Franz J.Haydn, con la “Sinfonía nº 60, en Sol M. (Il distratto)”, perteneciente a la serie de las “Sinfonías Sturm und Drang” o “Esterhazy”, un reflejo en su conjunto de importantes trasformaciones en cuanto al estilo y el temperamento musical, propio de finales de los sesenta y principios de los setenta. Se mantiene el sobrio orgánico- dps oboes, dos trompas y cuerdas, influencias del período anterior y lo que se trasforma, es el concepto del género. La alegría afectada del estilo galante, concede una expresión más subjetiva y apasionada. Hasta ese momento, el discurso sonoro resultaba un trabajo festivo, casi de entretenimiento, convirtiéndose ya en una confesión íntima y personal. Esta sinfonía nació en 1774, y como música incidental para una obra teatral de Jean François Regnard (1655/1709), titulada “Le distrait” (“Il distrato”, en italiano, partiendo de “Les Caractères”, de La Bruyère.