Eduardo Galeano: entre política y fantasía

Firmas
Luis Alonso Girgado

Aunque en diferente medida, más tarde o más temprano, la temática política ha ido metiéndose, bajo plurales ópticas ideológicas, en las literaturas de todos los países. La veintena de los que hoy se sitúan en el área idiomática del castellano (del viejo “castilla” al actual español) han tratado con profusión la materia ideológico - política creando, junto con la prensa, los poderes gubernamentales y los poderosos grupos socioeconómicos, apoyando estados de opinión discrepantes por contrarios y hasta violentos y bélicos que lastraron su proceso de independencia de España, rematado en Cuba en 1898, en “el desastre” de la guerra hispano – cubana norteamericana.

Los contenidos de la materia literariopolítica se unen a situaciones colonialistas, dictatoriales, de hambre y graves marginaciones laborales, de regímenes despóticos y genocidas, de minorías raciales, culturales, económicas, etc. Sus cultivadores han sido caudillos, tribunos, ideólogos o líderes campesinos situados en la vasta órbita de la izquierda comprometida con la lucha libertaria, popular, democrática y anticapitalista. Son al respecto bien conocidos escritores de esta narrativa política: César Vallejo (Tungsteno), Jorge Icaza (Huasipungo), Ciro Alegría (El mundo es ancho y ajeno), Rómulo Gallegos ( Doña Bárbara), A. Roa Bastos (Yo el Supremo), Rodolfo Walsh (Operación ogro), y un largo etcétera en el que estuvo el montevideano Eduardo Galeano (1940 – 2015) autor de influyentes ensayos, narraciones y crónicas de prensa (Las venas abiertas de América Latina (1971) es uno de sus textos más representativos); exiliado en España y Argentina, galardonado con numerosos premios y cultivador – aunque minoritario, breve – de páginas de carácter fantástico.

De estos son destacables Historia de la resurrección del papagayo y el más reciente, Los sueños de Helena (Libros del zorro rojo, 2022); un total de veinticuatro microtextos de corte lírico, nostálgico, de alcance profundamente imaginativo, de bella y cuidada escritura prosística y prólogo también minimalista del escritor, que construye un homogéneo microcosmos onírico en piezas iniciadas en la infancia y originarias de su esposa Helena que él va tanscribiendo.

Paralelamente, a los textos acompañan otras tantas ceñidas ilustraciones conexas con los mismos, de la autoría del artista argentino Isidro Ferrer, que enriquece con el libro visual y estéticamente. Expone aquí el artista todo un corpus, sobre todo objetual, de variada factura, en el que se interpenetra el mundo infantil, disgregado y fragmentario, a veces con algunas huellas desrealizadoras representativas del mundo animal. El juego textual a dos voces, lo evocado – soñado entre ambas y los retazos de un pasado amoroso sitúan estas páginas en niveles autobiográficos.

Explora aquí Galeano “el país de los sueños” de los que él es transmisor. Al concretarse en el texto los sonetos a una transmutación de rico cromatismo, acentuando su condición de figuras automáticas, articuladas, dotadas de una ire naïf en el que resuena el exilio bonaerense o personajes familiares como Pepa Lumpen o el gato Martinho. Por estos sueños pasan también inquietantes sombras, desapariciones, pequeños pero dolorosos sucesos que reviven en una cuidada prosa donde entreveremos el Buenos Aires de la emigracióan. Lectura, esta, emotiva e intimista, para cualquier edad.