El dólar está salvando Venezuela

Santiago Calvo López

VENEZUELA es el ejemplo perfecto de cómo el socialismo conduce al fracaso económico y social. La situación que describe la Encuesta de Condiciones de Vida elaborada por la Universidad Católica Andrés Bello refleja una crisis humanitaria de gran envergadura. Dos cifras son suficientes para hacerse la idea de su magnitud: casi el 95% de la población es pobre, y el 76% vive en la pobreza extrema. Además, en el último quinquenio, 4 millones de venezolanos se han visto obligados a abandonar el país debido a las nefastas políticas llevadas a cabo por el chavismo.

La política monetaria también ha sido objeto de manipulación. Los grandes déficits fiscales generados para poder sostener las transferencias presupuestarias a redes clientelares se han financiado a través de la emisión de bolívares. Dado que el aumento de los pasivos del Estado ha venido acompañado de una reducción de los activos que los respaldan, el resultado ha sido una hiperinflación de varios dígitos (entre 5 y 7).

Sin embargo, en 2021 la inflación interanual fue del 686%. De hecho, Venezuela ha registrado durante todo este ejercicio una inflación inferior al 50%, es decir, por debajo del límite que se establece para empezar hablar de hiperinflación. Otras fuentes más fiables que las gubernamentales señalan el mismo patrón. Existen varias razones que lo explican. La emisión monetaria ha descendido debido al esfuerzo en contener el gasto y déficit públicos. Hace un lustro el déficit era de alrededor del 30% del PIB, mientras que actualmente se sitúa por debajo del 10% del PIB. Al mismo tiempo, el Banco Central ha inyectado varios millones de dólares para mantener estable su recién estrenado bolívar digital (1 bolívar digital equivale a 100.000.000.000.000 de los antiguos bolívares).

A pesar de esta positiva tendencia, los ciudadanos, como es lógico, no se fían de los dirigentes chavistas, y desde hace unos años están empezando a usar el dólar en su día a día. Se estima que aproximadamente más del 60% de las transacciones ya se realizan con la divisa norteamericana. Gracias a esta, los ciudadanos pueden ahorrar sin miedo a que la manipulación monetaria les confisque la riqueza generada, y mantienen una mayor capacidad de compra en el extranjero. Confiabilidad y estabilidad de una moneda son las características esenciales para que no suponga un freno al desarrollo económico de un país.

Hasta Maduro se ha dado cuenta de que el socialismo y el intervencionismo solamente generan miseria. Tanto es así que ha tenido que renunciar, en parte, a sus principios para evitar el completo colapso de la economía venezolana. Incluso, le ha llegado a dar gracias a Dios por la dolarización. Aun así, estas medidas coyunturales no arreglarán los problemas estructurales de Venezuela, que son la ausencia de la economía de mercado y, sobre todo, de la libertad de los venezolanos.