El grupo “Martín Códax”, en “Os sons da pedra”: Paraninfo da Universidade

Ramón García Balado

La veteranía de un grupo señero, “Martín Códax”, se une a las actividades que se vienen desarrollando en el ciclo “Os sons da pedra”, en el Paraninfo da Universidade-20´30-, formación apreciada por su dilatada trayectoria y su cuidado de los repertorios en los que son especialistas, las músicas del Medievo y el Renacimiento, en una formación que se presenta con un núcleo primordial de miembros, a los que incorporan músicos a tenor de los programas. “Martin Códax”, serán esta vez, en el apartado vocal, el tenor Fernando Olbés, las sopranos Ana Sánchez Barreiro y Paula Corujo Ferro, y que completarán equipo en el espacio instrumental, M.A. López Fariña-organistrum y fídula-;Roberto Santamarina Fernández-fídulas-; F.J. González Abraldes-laúd y arpa-; Pedro Fraile Lucas-cornetto y flautas-; Roberto Sala López-flauta y chirimías-; Andrés Díaz Pazos-flauta y chirimías-; Philipp Copin-zanfona-, para completar Carlos Castro Roig, con salterio, dulzema y percusión.

El programa, muy en su línea, se reparte en dos secciones, una primera que se ofrece como piezas tomadas de Códices Históricos de Peregrinación, entrando con el “Codex Caluxtinus”, del que se eligen: “Ad honorem”, “Ad Sepulcrum Beati Jacobi” y el “Dum Pater familias” , obra referencial y casi de obligado cumplido en estos recitales, y con sobrada literatura a cuestas por parte de analistas y estudiosos, como puede ser el caso de Juan Carlos Asensio, quien nos hace saber que esta piezas en su contenido, son un verdadero compendio de la música litúrgica y de los procedimientos compositivos de su tiempo. Este “Codex”, del siglo XII, contiene una obra en latín conocida como “Liber Sancti Jacobi”, cuya propiedad pertenece a la S.A.M.I., de Santiago de Compostela, en cuyo Archivo Capitular se custodia, Por su carácter excepcional y único no tiene siglas convencionales. La letra es del siglo XII y su confección se sitúa hacia el año 1160. La notación, es propia del centro-norte de Francia, escrita sobre tetragrama de color rojo y sus signos neumáticos recuerdan a los de la escritura salida de los talleres de Metz o Laon, e incluso de lugares más al sur, siguiendo el valle del Loira, lugares como Troyes y Vézalay. Alcanza su mayor significación en el campo Xacobeo, llegando a ser calificado como la Biblia del Camino de Santiago.

Del “Llivre Vermell”, de Montserrat: “Mariem Matresi” y “Cuncti simus”, un códice singular que recibe el nombre por la encuadernación en rojo de sus tapas y que se guarda en ese monasterio, en el que se observan ciertas normas relativas a los devotos que se recibían en el santuario de la Virgen en la peregrinación, de forma similar a como se había hecho con el “Codex Calixtinus”, en el que se incluyen diversos cantos destinados a esos peregrinos aunque no estén relacionados directamente con la liturgia propiamente dicha. De las diez piezas que contiene, tres son polifónicas en forma de “caccia” o canon a dos y tres voces, y tres cantilenas a dos y tres voces. Estamos ante el manifiesto estético de los llamados manuscritos del “Ars Nova”, en nuestro país.

Un segundo apartado, se presenta como “Cantigas Medievales de la Lírica Galaico-Portuguesa”, en el que destacan piezas de “Martin Codax”: “Mia hirmana fremosa”, “Ai Deus, se sab´ora” y “Mandad´ei conmigo”, un espacio que se concede a estas formas de las cantigas de amigo, d´escarnio y de maldizer y que, en cuanto al grupo de las elegidas, sobresalen como ejemplos modélicos del paralelismos y leixaprén, un procedimiento según el cual, un verso que termina el pareado, resulta el encabezamiento del siguiente. En las cercanías nos encontraremos con las “cantigas de amigo”, con parecidos recursos expresivos. Para las cantigas que nos afectan, quedémonos con el conjunto de lo que resultan siete piezas y que se aprecian por la forma clásica del refrán con paralelismo y leixaprén, siempre con el tema del amor y del mar, situándonos en Vigo.

De trovadores y juglares, que recibimos por dos de ellos, de los que António Resende de Oliveira, especialista de la Universidad de Coimbra y autor de una tesis fundamental “Depois do Espectáculo Trovadoresco. A estructura dos cancioneiros peninsulares e as recolhas dos séculos XII e XIV”, nos hablará precisamente de ambos trovadores. Roi Fernández deSantiago-“Quando eu vejo las ondas”-, había sido un clérigo activo en el último tercio del s.XIII, y fue autor de cantigas de amor y de amigo. Para López Ferreiro, sería un clérigo al que Afonso X, nombró capellán de su corte y que en diciembre de 1272, dejaría fe de su testamento en Salamanca. Entre esa serie de cantigas, en especial, las de amigo, destaca una en la que describe su pretensión de trasladarse a Sevilla, con la intención de servir al rey. Vasco Gil...1283/1258...”Cavalgava noutro día per o camino francés”, pieza elegida, fue un trovador portugués de finales del XIII, al que C. Michaëlis identifica con Don Vasco Gil de Soverosa, concediéndole linaje de origen gallego y que ocupó cargos en la corte portuguesa. A partir de 1230, participó activamente en los enfrentamientos de Portugal, en medio de la conquista de Sevilla, quedando en la duda la fecha de su fallecimiento.

Afonso X “O Sabio”, se guarda cantigas para completar esta sesión del grupo “Martin Códax”: “Da que Deus mamou”, (Cantiga nº 77); Santa María Strela do día” (Cantiga nº 100); “Non é gran cousa”, (Cantiga nº 26); “De muitas guisas” (Cantiga nº 58). Las cantigas afonsíes, en su conjunto recopilatorio, testimonio transcultural de toda una época que mantiene su vigencia tanto para investigadores como para intérpretes, quedan como un compendio de feliz conjunción de poéticas, músicas y miniaturas, modelo por excelencia y cuya labor recopiladora podría cifrarse entre 1257/83, aceptando otras páginas de anterior procedencia, El deseo de un Rey que presentó composiciones poético-musicales en las que, recogiendo nuevas espiritualidades, en un inmenso proyecto que contribuiría a sobreponerse a otros sonados fracasos ajenos al mundo de la cultura y el arte.