del veneno

Firmas
Ramón Pastrana

SER dirigente de la oposición en un país como Rusia tiene una alta dosis de peligro. No solo porque las largas manos del Kremlin se extienden al poder judicial y el que cae en sus garras puede pasar varios años en la cárcel hasta que se le quiten las ideas de tratar de cambiar el statu quo que supone que Vladimir Putin se eternice en el poder.

El Estado profundo ruso se ha especializado en eliminar a los opositores por una vía tan tradicional como el envenenamiento, un método del mundo clásico y renacentista que rápidamente ha sido puesto al día con la utilización de partículas radiactivas. El espía Alksandr Litvinenko fue asesinado con un envenenamiento mediante polonio.

Sergei Skripal y su hija Yulia fueron atacados supuestamente con un agente tóxico fabricado en Rusia y conocido como Novichok, y ahora es el dirigente de la oposición Alexéi Navalny quien se encuentra ingresado con síntomas de envenenamiento. Putin es el rayo que no cesa.