Reseña Musical

Fiorenza Cedolins, recital en el Auditorio Afundación, de A Coruña

Ramón García Balado

Fiorenza Cedolins, tras sustituir a Mariella Devia en el Curso de interpretación de canto en las actividades de Amigos de la Ópera de A Coruña, completa el compromiso adquirido con el recital a cargo de sus alumnos, en una sesión abierta que se ofrece en la Sede Afundación-20´00 h.-, una cantante que ya colaboró en la programación del LIV Festival, en el concierto de clausura, acompañada por el “Coro El Eco” en su 125 Aniversario y la “OSG” dirigida por Daniel Muntané y con una selección de arias en sus preferencias. Cedolins, es recibida pues en actitud de agradecimiento por atender a las sugerencias de su amiga Mariella Devia, quien hubo de renunciar a consecuencia de un percance doméstico y a la que habíamos tenido hace unas temporadas en una gala dirigida por J.M. Pérez Sierra, con arias de Rossini, Donizetti, Bizet, Massenet, Gounod y Bellini- para la segunda parte-; la carrera de Cedolins, había sido intensa desde los comienzos en el Conservatorio G.Verdi, antes de pasar al de La Fenice y encontrase con un contrato en el coro de la “RAI” milanés. Momento en el que debutará en pequeños roles y un primer papel como “Santuzza”, de “Cavalleria Rusticana”, en 1993, poco antes de que Niska Bareza la reclame para “Mosè”, de Rossini, llegando sucesivamente “Giselda” de “I Lombardi alla Prima crociata”, “Mimì” de ”La Bohème”, “Lauretta” de “Gianni Schichi o “Leonora” de “Il trovatore”.

Había sido su colaboración con el ”Festival de Split” una experiencia de riesgo, en el rol de “Salomé” con 27 años, ampliable otros más cercanos de Mozart, el “Requiem” de Verdi, o arias de concierto, aunque repetiría “Santuzza” nada menos que con Muti, con el que había realizado un único ensayo, por la sustitución de Waltraut Meier. Frecuentes serían sus actuaciones con Oren y Mehta y tras su estancia en Split, en 1996, y tras ganar el “Concurso Pavarotti”, se le brindará la ocasión de abordar “Tosca”. En esencia, Verdi se convertirá en necesaria referencia, aunque que por naturaleza, su voz era más idónea para el repertorio pucciniano. Ella se empeñaba en esa tentación enfocada en Verdi, su compositor favorito, tomando en definitiva la decisión de moldear su voz adaptándola a esa persistente voluntad. El año de su recital de 2006, en A Coruña, había coincidido con una visita a nuestro país, para una “Mme Butterfly” pucciniana, en el Teatre del Liceu, de Barcelona y al Teatro Real de Madrid, como “Leonora” de “Il trovatore” de Verdi.

Antón de Santiago, homenajeado “In memoriam” en este convocatoria del “LXX Festival de Amigos de la Ópera”, había escrito un comentario que en resumen, destacaba las virtudes de su recital en el que apreciaba en mayor grado la segunda parte, en un pleno total. Uno diría que su repertorio el Verdi. Sus interpretaciones de”Tu che la vanità”, de ”Don Carlo” o “Pace, pace, mio dio”, de “La forza del destino”, fue el regalo y lo mejor de la velada, siendo de alta categoría. Y no le fueron a la zaga piedras d toque de “Tosca” obras de verismo, concomitantes con “Mefistofele” y “La Wally”. En esta sede de Afundación, se avanza para el próximo día 11, la proyección de la ópera infrecuente “La campana sommersa” , de Ottorino Respighi, antes de que el día 17, podamos acercarnos a “Halka”, de Stanislaw Moniusko, cerrando el día 31 con “The Snow Maiden”, de Nikolai Rimski-Korsakov.