Inés Arrimadas y la utilidad

Firmas
Pilar Cernuda

DOS palabras se repiten en la dirección de Ciudadanos: centro y útil. Este fin de semana el partido celebra su congreso de la manera que se hacen las cosas en España en las últimas semanas: telemáticamente. Quinientos compromisarios darán forma a unos nuevos estatutos, porque la ejecutiva ya se eligió cuando las primarias, que ganó de forma muy holgada Inés Arrimadas.

Entre los compromisarios no estará su único adversario, al castellano-leonés Francisco Igea, que desde que perdió las primarias ha actuado de forma impecable según cuentan en el equipo de Arrimadas. No da un problema y ha expresado su respaldo a la presidenta, a la que demuestra plena lealtad.

No va a haber sorpresas por tanto en el congreso, que será muy frío por falta de contacto directo aunque la tecnología permite al
menos el cambio de impresiones. Cuando puedan, celebrarán una convención pa-ra hacer balance del traba-
jo realizado desde las últimas elecciones y preparar
el futuro.

Ese futuro es hoy la prioridad de Ciudadanos. No van a cambiar en lo ideológico, se consideran liberales aunque cuentan con dirigentes y militantes que se sienten socialdemócratas; son conscientes de que su papel está muy condicionado por su escaso número de diputados, solo diez, pero tienen la esperanza de influir más de lo que podría hacerlo un partido con tan escasa representación parlamentaria.

Porque en un Congreso de los Diputados tan disperso un solo voto es indispensable para aprobar una iniciativa (que se lo digan si no a Teruel existe) y porque además es tanto lo que separa a PSOE y PP a pesar del pacto al que llegaron Sánchez y Casado la semana pasada, que creen en Ciudadanos que pueden ser puente entre las dos formaciones. Puente, útil, centro.

No se fían de Sánchez, que no ha descolgado el teléfono para hablar con Arrimadas a pesar de sus mensajes constantes de que quiere el diálogo. Tampoco se fían de lo que pactó con Casado, crear una comisión parlamentaria de la que salga un acuerdo de consenso para superar la tragedia del corona virus.

El Partido Popular pretende darle aire de comisión de investigación y Sánchez no ha dado hasta ahora un solo paso para ponerla en marcha. De momento es solo un proyecto nacido de un pacto trufado de desconfianzas.

Arrimadas ha propuesto que la presida alguien de Ciudadanos para no provocar más tensiones entre PSOE y PP para hacerse con la presidencia, pero aún no se ha decidido nada. Quizá haya noticias este mismo martes, en el que se reúne la Mesa del Congreso.

Ciudadanos celebra por tanto su asamblea desde una posición mucho más débil de la que tenía hace un año, pero con entusiasmo ante una nueva etapa política. No es la mejor: la animadversión entre Sánchez y Casado provoca que cualquier iniciativa ajena a su pelea política difícilmente es tomada en consideración. Por mucho que Inés Arrimadas quiera ser puente, ser útil y promover el centrismo.