Irresponsable

Firmas
Xosé A. Perozo

COMO miembro del jurado de uno de los Premios Nacionales, el próximo martes debería estar en Madrid, en la reunión que tendrá lugar en el Ministerio de Cultura. Aunque en marzo le gané la batalla al virus y me aseguran que estoy inmunizado, toda mi familia se ha levantado en armas léxicas contra el viaje. No tengo miedo pero no asistiré a la reunión presencial. ¿Cuántas personas, como los míos, ven en la capital de España el centro mundial de la irresponsabilidad? La incompetencia política la ha colocado en el epicentro europeo de la pandemia y la estigmatización ya es universal.

Días atrás escribía aquí sobre el despropósito del pacto de las banderas, de la hipocresía escenificada por los de Díaz Ayuso para mostrarse vencedores en su guerra contra el Gobierno de España. Esa irresponsabilidad no fue más que otro eslabón en la cadena de batallas pírricas diseñadas por la estrategia de Pablo Casado para desgastar al legítimo Gobierno de Pedro Sánchez.

La falta de lealtad del conservador asusta a la ciudadanía verdaderamente responsable, no sólo de izquierdas, sino también de derechas. Su irresponsabilidad se ha aposentado en Madrid sin dar importancia ni a las continuas muertes, ni al sufrimiento de la sociedad en general, ni a la imagen de la patria desprestigiada o de la monarquía, que dice defender.

El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, ariete para la reconquista, se cae a pedazos. En menos de un año ha sufrido 13 dimisiones importantes y no sé cuántos ceses menores. A Casado no le ha importado su manifiesta incompetencia, a la que también acabará arrastrando a la alcaldía de la capital, con tal de mantener encendida la pólvora de la guerrilla bandolera. Y la ciudadanía madrileña se pregunta hasta cuándo Ciudadanos seguirá siendo cómplice de tal disparate. O por qué el PSOE no presenta una valiente moción de censura, aunque la pierda ante la falta de acción de los de Arrimadas.

Por fortuna Madrid ya no es el espejo de España. Se desangra por culpa de las absurdas tácticas irresponsables de Casado. La Historia se lo reprochará. ¿Pero su partido, cuándo?