La Justicia de Unidas Podemos

Firmas
Alfonso Villagómez

El magistrado del juzgado de Instrucción número 42 de Madrid, investiga a Unidas Podemos como persona jurídica a raíz de la denuncia presentada por un exabogado del partido. Desde los servicios jurídicos de la formación de Pablo Iglesias se ha recurrido esta imputación ante la Audiencia Provincial solicitando la anulación de la causa porque, a su juicio, no existen indicios de responsabilidad criminal. Al mismo tiempo se presenta ante la opinión pública esta actuación judicial como un plan políticamente urdido para echar del Gobierno al actual socio de Pedro Sánchez.

A estas alturas debería estar muy consolidada en esa misma opinión pública la idea de que no existe, más allá del imaginario oportunista de los partidos, la llamada “politización” de la Justicia. Los jueces no actúan con los mismos criterios que los políticos cuando conocen de los asuntos que a estos les afectan. Naturalmente que esta causa de Podemos es una causa “política”, pero sólo por la forma de los afectados, pero de ningún modo lo es por su contenido y sustanciación. Es una causa judicial que se está instruyendo siguiendo exclusivamente los parámetros de la ley en la investigación de unos hechos que revisten apariencia de delitos.

¿Pretende Unidas Podemos qué ante los indicios, que cuestionan legítimamente, el juez mire para otro lado? ¿Esa es la justicia de Unidas Podemos? ¿Una justicia de la oportunidad y conveniencia frente a la de la legalidad y proporcionalidad? Podemos recrimina al juez abrir una “causa general” y llevar a cabo una investigación “prospectiva”. Pues bien, si los hechos denunciados carecen de cualquier sustento indiciario y no tienen la relevancia penal lo dirá la Audiencia de Madrid cuando resuelva el recurso interpuesto por el mismo partido, y el que señalan que se ha abierto una “causa general” contra ellos.

Es llamativo que Unidas Podemos hable en su programa de la “despolitización de la Justicia” y de llevar a cabo una “auditoría” en el sistema judicial. No hace falta reproducir aquí la opinión que al líder de Podemos le merecen los jueces españoles que actuán a favor de los poderosos. Sólo, queridos lectores, qué habría que preguntarse en este caso quién es el poderoso si el denunciante o la estructura y maquinaria del partido denunciado.