La ministra y este país

Pilar Cernuda

LA ministra Portavoz, que es también ministra de Hacienda y por tanto responsable de elaborar los Presupuestos Generales del Estado, los ha defendido diciendo que son unos “presupuestos de país”. María Jesús Montero suele defenderse bien ante los micrófonos, pero en esta ocasión podría haber estado más fina, porque seguro que sabe que lo que más preocupa ahora mismo a los españoles es que con los acuerdos a los que llega Sánchez con populistas e independentistas, este país, España, se desmorona a ojos vista.

El CIS de Tezanos, al que no le hace mucho caso porque barre excesivamente para casa, para el PSOE, ha determinado que el 60 por ciento de los españoles están descontentos con el Gobierno. Lo dicho: Tezanos, en la cocina, barre siempre para casa: es difícil encontrar a alguien que defienda la acción del Ejecutivo, incluso es difícil encontrar votantes socialistas que defiendan la acción de Sánchez.

Continúa el Gobierno prometiendo miles de euros para las empresas que creen empleo, pero ni una palabra sobre dónde está ese dinero; Europa aún no ha soltado un duro y si lo hace llegará dentro de varios meses, y todavía hay docenas de miles de españoles esperando el dinero de los ERTE o el acceso al famoso ingreso mínimo vital.

Al fin se ha producido una noticia buena en muchos meses, tan buena que se han disparado las bolsas y la gente sigue con atención las informaciones sobre cómo y sobre todo cuándo. El ministro Illa ha declarado que unos diez millones de españoles estarán vacunados allá por el mes de abril, y todo el mundo ha comprendido que esos diez millones con prioridad son las llamadas “personas de riesgo”, que efectivamente deben ser vacunadas antes que nadie. Lo que no explica el ministro es de dónde sacará esas vacunas, si ha negociado ya con algún laboratorio o con Bruselas, si ha preparado la operación de transporte y reparto... Y si tiene el dinero para pagarlas.

La situación española es suficientemente grave como para no crear falsas expectativas, asumir las responsabilidades que competen a un gobernante en lugar de trasladarlas a las autoridades regionales... y presentar unos presupuestos que se puedan cumplir. En el proyecto hecho público no salen las cuentas pero, además, llevan incrustadas unas cesiones que indignan no al 60 por ciento que dice Tezanos, sino a la casi totalidad de personas preocupadas por el futuro de España. De este país, como diría la ministra Montero.