Ni emérito ni en el exilio

Firmas
Fernando Ramos

Resulta sorprendente como se extiende el lenguaje de las revistas del corazón con respecto a Juan Carlos I, porque ni es rey emérito ni está en el exilio. Tiene el tratamiento de “Rey honorífico” y se halla en estancia temporal en el extranjero. Calificarlo de exiliado es una falta de respeto a los españoles que realmente sufrieron el forzado alejamiento del país. Si repasamos su vida desde que abdicó la Corona, se puede hacer un recuento de sus múltiples viajes por varios continentes, especialmente en Asia y en América. Algún año, pasó más de dos tercios fuera del país, incluyendo fiestas señaladas y familiares que, por lo general, celebraba en el Caribe. Lo único que ocurre ahora es que su residencia en Abu Dabi ha sido más larga y no menos confortable. Decir que es un exiliado quien ha venido viviendo parte de su vida desde que dejó de ser rey efectivo, y que frecuentaba de modo ordinario el mismo lugar donde ahora reside es una prueba más de frivolidad. Apenas que hubo abandonado la Corona, Juan Carlos se centró en un periplo viajero, donde en menos de un año llegó a recorrer más de 50.000 kilómetros, saltando de un continente a otro (y ya sabemos cómo se pagaban esos viajes).

Una peculariedad del modo de vida de Juan Carlos I, tras su abdicación, es que en sus viajes por el usaba el falso nombre de “Juan Sumer”. De este modo se servía de este heterónimo para poder registrarse en hoteles, adquirir billetes e incluso ingresar en hospitales. Una de sus ex amantes, Bárbara Rey, reveló que era el usado cuando hablaban por teléfono. En nuestros días, se está produciendo un perceptible movimiento para armar el retorno a España de Juan Carlos I ¿Dónde va a residir Juan Carlos si retorna? Se ha indicado que pudiera ser en el pabellón de caza, a kilómetro de la Zarzuela, donde instaló a su amante Corinna y a sus hijos durante las estancias de ésta en Madrid, con el consiguiente resguardo de los servicios de seguridad del Estado, luego de una costosa reforma. Por cierto que en sus declaraciones en el Congreso, el general Sanz Roldán, jefe de la CNI, dijo que en los tiempos de relación con la falsa princesa alemana, el Rey iba a este pabellón a descansar...”y dormir la siesta”.