Reseña Musical

“O Camiño Frances”, por la Banda Municipal

Ramón García Balado

Concierto bajo el reclamo de “O Camiño Francés”, en referencia a Camille Saint-Saëns y George Bizet, con una incursión en el sinfonismo del primero en el tratamiento de Philip Sparke, en el Teatro Principal- 12´00 h.-, por la Banda Municipal, dirigida por su titular David Fiuza Souto, y una mención destacada al compositor León Durán, quien pondrá la guinda con la rapsodia “Aires Galegos”, pieza que tuvo buena acogida en un programa de la Banda Municipal de Ferrol, dirigida por Narciso Pillo, entre composiciones de ilustres como Gustav Holst, Sir Edward Elgar o Patrick Doyle, para una sesión navideña. La Banda Municipal de A Coruña, también la tuvo en cuenta para incorporarla a una gala, en una sesión en la que se ofreció “Poeta y aldeano”, de Franz von Suppé; la “Muiñeira de Ferrol”, de Canuto Berea; “En Belén hay moita festa”, de J.Pacheco; piezas del ballet “El lago de los cisnes”, de P.I.Tchaikovski; “A Christmas Festival”, de Leroy Anderon y “A Calypso Christmas”, de Calvin Coster.

Camille Saint-Saëns, con una obra de cierto arraigo entre las formaciones para banda, “Orient et Occident”, de 1809, exotismos a su manera de un creador curioso a la par que viajero, que se permitía curiosas licencias en cuanto a imaginar libremente las músicas foráneas, aspecto común en los compositores decimonónicos y que aprovecharía con singular ingenio. Un período del que saldrían, por ejemplo, las “Tres rapsodias bretonas”, recurriendo a sus tradiciones libremente tratadas, mientras daba forma al “Segundo Concierto para piano Op. 22” o la “Cantata para la Exposición Universal”, premiada unánimemente y para la que recurrió a ciertas falsificaciones. “Orient et Occident”, traía garantías de éxito, en cuanto a esa libertad de tratar exotismos d países que nunca había visitado y tradiciones musicales que desarrollaba a capricho.

No sería el único, ya que era un tema muy extendido entre los músicos de entonces, alcanzando así a la inmensa mayoría de los compositores europeos, de los que nos queda constancia. Una dedicatoria y un compromiso para la “Union Centrale des Belles Arts”, para una exposición de gran aparato social. La obra fue dedicada a Theodore Blais, y también se volvió a presentar en la Exposición Universal de París, el 21 de octubre, de 1878. El capítulo de composiciones para banda de Saint-Saëns, se resume a un total de cuatro obras, entre ellas “Hail California”, que atraería la atención de la “Sousa Band”, en 1915.

George Bizet con las dos colecciones de la “Suite Arlesiana”, obras frecuentadas tanto en sus originales para orquesta como en las transcripciones para banda, que esta vez recibidos en el tratamiento de Rodrigo A. de Santiago. Partimos de un melodrama en dos actos de Alfonso Daudet, procedente de “Cartas de mi molino”, que se presentó en el Teatro de Vaudeville parisino, a comienzos de octubre de 1872. Una obra que no tuvo una gran aceptación, pero la música, valdría en definitiva por su calidad y así lo confirmará la posteridad. La primera de las “Suites”, se presentó en los míticos “Conciertos Populares del Circo de Invierno”, que promocionaba Jules Pasdeloup, con una entrega absoluta de los asistentes al evento y años después, tras la muerte del autor, otro incondicional, Ernest Giraud, prepararía la “Suite nº 2”. La “Suite nº 1”, en sus cuatro tiempos. “Preludio” (Allegro deciso), en sus tres partes y cuatro variaciones. La “Marcha de los reyes”, recurre a una melodía procedente de un antiguo villancico provenzal. “Minuetto”, pertenecía al tercer acto del melodrama, al que seguirán el “Adagietto” y el “Carrillon”, que describe la fiesta del acto tercero.

La “Suite nº 2”, en cuanto a la descripción de las escenas, en lo musical queda la firma de Guiraud. La “Pastoral”, que abre el segundo cuadro en el estanque de Vaccarés; el “Intermezzo”, página de tintes dramáticos y sombríos y que en el melodrama se desarrolla en la cocina de Castelet. La parte media, pretende describir la ternura que una a Frederic y Vivette, su amiga de la infancia. El “Minuetto”, fue tomado por Guiraud de la ópera del mismo autor “La bella dama de Perth”, y que se inicia con un solo de flauta, reforzado por el oboe. Guiraud realzó la importancia del saxofón. La “Farándole” , también suscitó el interés de Guiraud, en lo relativo al tratamiento musical, ampliando las pretensiones del compositor. La inspiración, se aproxima claramente al folklore provenzal Vuelve la “Marcha de los reyes, ”, que abría la “Suite nº 1”.

El inglés Philip Sparke, recurre a material de la “Sinfonía nº 3”, de Camille Saint-Saëns, para su obra “Sympohia Metamorphosis”, un compositor que estudió trompeta y piano, en el prestigioso Royal College of Music and Drama de Londres, en donde fue galardonado con el Diploma Asociado “ARCM”. Pronto tomó interés por los instrumentos de viento, uniéndose a la Orquesta del Royal College of Music, y obras suyas, comenzaron a editarse con fortuna. Es el caso del “Preludio para concierto”, destinado a banda de metales. Llegarán de inmediato los encargos como el recibido de la Banda de Metales de la Gaudium Armonía o la del Centenario de la Competition Band de Nueva Zelanda. Recibió el Premio Internacional de Composición Sudler, de 1997 y el del Concurso de la Asociación de Orquestas Americanas de la Armonía.