Preparar a su pueblo

Firmas
Fernando Lussón

EL dictador de Corea del Norte, Kim Jong.un, se ha situado a la expectativa de las posiciones que adopte el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tras la etapa en la que mantuvo una relación ambivalente con su predecesor, Donald Trump. El régimen de Corea del Norte es una burbuja hermética que hace del victimismo una de sus fortalezas de cara a sus propios ciudadanos y dice estar abierto al diálogo mientras no deja de aplicar su versión del ‘si vis pacem para bellum’. Los gestos de distensión para con el régimen norcoreano van seguidos de sus demostraciones de fuerza y de ahí su llamamiento a “prepararse plenamente para la confrontación para proteger la dignidad y los intereses” del país y para “garantizar un entorno pacífico y seguro”.

Durante su intervención en la tercera sesión plenaria del Partido de los Trabajadores, y en lo que Kim considera una respuesta “a las emergentes tendencias políticas de la nueva Administración de Estados Unidos” su estrategia es la de preparar a su pueblo ante cualquier eventualidad. Si Trump apostó por el diálogo bilateral con el dictador norcoreano, la Administración Biden lo hace por un diálogo por fases en los que se perciban las buenas intenciones de Pyongyang en el camino de la distensión, e intenta que responda a las peticiones de recuperar las conversaciones sobre la desnuclearización de la península de Corea que ha planteado Washington desde el pasado mes de febrero.

Pero más que esas palabras sobre la dignidad nacional y la preparación para el conflicto que se lleva buena parte de los recursos económicos del país, y que preocupa más a Corea del Sur y a Japón que se encuentran dentro de su radio de acción, a los propios norcoreanos les debió resultar más interesantes la firma de la “orden especial” para mejorar las condiciones de vida en el país con el objetivo de alcanzar los planes de producción de cereales. La preparación para para el conflicto que practica Kim Jong.un lleva directamente a aumentar el hambre de los norcoreanos.