rumorosos

¿Quién tiene la culpa?

Firmas
Antón Trabanca

IMPOTENCIA. Desde que en marzo de 2020 se desató en España esta anómala situación que parece no querer dejarnos, un antiguo y habitual lector de esta columna, que interactúa cuando hay cuestiones que no comparte, acostumbra a finalizar sus mensajes con un “é cousa miña ou hai unha pandemia mundial dun virus respiratorio” cada vez que no encuentra lógica a algunas cuestiones políticas. Eso es la mayoría de las ocasiones aunque en otros temas más mundanos también la suele utilizar.

Es su forma de justificar lo injustificable. Por ejemplo, que el mismo banco que lleva más de año y medio negándose a recibirte en sus oficinas ahora te obligue a acudir, sí o sí, para retirar un simple certificado que solo te interesa a ti alegando que “ya no nos permiten enviarlo por mail”. “É cousa miña ou hai unha pandemia mundial dun virus respiratorio” serviría también como latiguillo final para referirse a la polémica del reparto de las vacunas o a las justificaciones sobre la terrible escalada del precio de la energía eléctrica.

Sobre éste último asunto llama la atención que se permita a las eléctricas jugar con el caudal de los embalses, un bien público, con la intención de incrementar las tarifas y aumentar sus más que jugosos beneficios. Recordando también que hace seis años, cuando se aplicaban precios cinco veces más bajos que los actuales, Pablo Iglesias propuso nacionalizar las centrales eléctricas y algunos/algunas de los/las que ahora desde el Gobierno culpan a Europa desecharon esa posibilidad. Una locura, vamos, fue lo que dijeron. Seguro que no es cosa mía, ni del lector aludido, esta barbaridad. Tampoco de Iglesias que ya no está en política. antón trabanca