Reseña Musical

Reflexiones del laudista Paul O´Dette, un puntal en el “Festival Int. de Guitarra Ribeira Sacra”

Ramón García Balado

Una convocatoria que consiguió reunir a importantes figuras del mundo de la guitarra, desde David Russell a Zoran Dukic, Marcos Díaz o la entente de Jean Rondeau/ Thomas Dunfort, con la joven Andrea González Caballero. Paul O´Dette, magisterio y veteranía, a los que ayuda una presencia física que nos podrá trasladar a la época sobre la que muestra sus preferencias, nos invita a seguirle los pasos a lo largo de una carrera que nos llevará a la “Schola Cantorum Basiliensis”, en sus años mozos y de tanteos voluntariosos. Unos comienzos dubitativos entre otros géneros obviamente distantes a lo que el futuro le reservaba. La tentación le motivará al estudio de tratado de laúd, en una serie de estudios sobre la música del Medievo y sobre esa materia, trabajará a lo largo de tres años. Temía entonces que la dedicación al laúd, no fuese garantía de un futuro profesional y la experiencia compartida con otros colegas del centro, les facilitó realizar un registro para la firma “EMI”. Pudo en ese período estudiar con maestros como Thomas Binkley, que dirigía el “Studio der Frühen Musik”, importante ensemble de los sesenta, quien le facilitará familiarizarse con la estilística de época o con el laudista Eugen Dombois.

Orientado y con fortuna, entrará en relación con Julian Bream, Thomas Binkley y poco después, en un grado no muy distante, con Nikolaus Harmoncourt, en Zurich, con el que tendrá la oportunidad de integrarse en su grupo, abordando tres óperas de Claudio Monteverdi, de las que darán más de 40 representaciones. Un músico que le influirá, sin menor duda, será Andrew Lawrence-King, un extraordinario arpista. O´Dette comenzó a impartir docencia en la “Eastman School of Music Rochester”, más bien sobre temas de interpretación, en la que los alumnos ayudaban a analizar en profundidad aspectos como el fraseo, la articulación, los cambios rítmicos y otros detalles dentro de unas especialidades que pujaban por consolidarse y será en 1976, cuando le reclame el grupo “The Musicians of Swanne Alley”, con el que realizará giras enriquecedoras.

Curioso grupo en el que ejercían dos directores, allá por 1976, Lyle Nordstrom, y O´Dette, desde Basilea. El primero un experto en dúos de laúd y músicas para consort de la época isabelina, compartiendo sesiones de tarde, y que destacaría en las labores organizativas, mientras que nuestro músico prefería las puramente artísticas. Así llegaron una serie de registros de gran divulgación para “Harmonía Mundi” y “Virgin Classics”, lo que no supondrá obstáculo para grabar con otros grupos y distintas firmas. Proyectos como el ofrecido junto a Nigel Rogers o un cd, para tenor y laúd, con piezas de Henry Lawes.

Del Renacimiento, siempre mostró debilidad por esas cualidades que contribuyeron a descubrir que no había separación entre la música culta y la popular, producto del beneficio del encuentro entre las danzas más sencillas, casi elaboraciones de música popular, hasta el estilo de las fantasías más complejas, típicas de los laudistas de la corte y que dignificarán Francesco da Milano o Alberto Ripa. Músicas, en esencia, muy variadas, por esas danzas vivas, enérgicas y claramente expresivas. O´Dette se maneja con soltura a través de las abundantes fuentes y tratados, de los que reconoce haber aprendido en su quehacer cotidiano. Como idea, las detalladas descripciones sobre la técnica de la mano derecha y sobre el fraseo, “tempi”, ornamentación o el uso de los diferentes timbres. Silvestro Ganassi, describe en sus tratados de 1535/42, lo que debe hacerse como laudista o gambista, en esa búsqueda de los diferentes colores y contrastes dinámicos.

La intuición, es factor a seguir en la lectura, porque los propios tratados así lo sugieren y contamos con otro detalle que no debe dejarse al margen, ya que esas piezas estaban pensadas para salas pequeñas, para las que la dinámica poderosa, se convertía en asunto fuera de lugar, quedando casi a la altura de una sencilla conversación familiar. Años de indagación, contribuyeron a medirse frente al material del que disponían y mucho fue preciso reconstruirlo e imaginarlo. Las piezas para laúd de Alberto Ripa, de Mantua, le forzarán a pensar en el mundo de los frescos de Giulio Romano, en el Palazzo del Te o el arte literario del período de “Orlando Furioso”, de Torquato Tasso, para ubicarse con precisión de ánimo, en la sensibilidad del Renacimiento. Las mismas urgencias que nos apuran en cuanto nos acercamos e John Dowland y su medio social.

O´Dette fue artista de referencia en la direcciones d grupos como la “Eastman School of Music”, en Boston, desde 1976 y la co-dirección del “Boston Early Festival Music Festival”, recibiendo galardones de prestigio como los “·Grammy”, entre Premios y Nominaciones. Destaca igualmente, por su nutrida experiencia con David Douglass y Elenn Hargis, como parte de “The King´s Noyse”, especializados precisamente en danzas de baile del Renacimiento, con un resultado ejemplar como “Le Jardin de Mélodies”. Del laúd, le atrae su sonido por su delicadeza y sofisticación. Un instrumento versátil en su época, que le permitía trabajar tanto repertorios solista- fantasías contrapuntísticas y arreglos para piezas vocales-, y esa dimensión de gran dispendio, en la formación de ensembles.