29 de febrero

Foto Síntesis
El Correo Gallego
El presidente Pedro Sánchez, a su llegada ayer al Instituto Cervantes, en Madrid. R. Rubio

El día en que el teniente coronel Antonio Tejero descargó su pistola en la tribuna del Congreso de los Diputados, con la ostentación impúdica de quien se muestra dispuesto a someter a todo un país por la fuerza bruta, el hoy presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, era un niño a punto de celebrar los nueve años, que los cumpliría en su día propio sólo si aquel febrero tuviese un día más de sus 28 típicos, pues este hombre es peculiar hasta por su fecha de nacimiento. Incluso es posible que en ella resida parte del misterio de su vida, aunque sólo sea por el componente metafórico que poéticamente desviste una de sus armas más secretas y letales: aparecer sin ser detectado. Aprender a fuerza de no festejar aniversarios.