Ayuso arrasa y suma más escaños que la izquierda por el descalabro del PSOE

Con 65 diputados duplica su representación y le basta la abstención de Vox // Euforia popular, impotencia socialista, Más Madrid da el sorpasso, Cidadanos desaparece y Pablo Iglesias, ‘kaput’
Felipe de Toro
BRINDIS POR MADRID. El alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida, la candidata popular Isabel Díaz Ayuso y el presidente nacional el PP, Pablo Casado, entre otros, celebrando en la sede del partido los primeros sondeos que otorgaban a los del charrán una amplia victoria en las elecciones autonómicas celebradas este martes en la Comunidad. Foto: E.P,

Todas las encuestas, a excepción de la elaborada por el polémico Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) pilotado por Félix Tezanos, auguraban que la popular Isabel Díaz Ayuso arrasaría en las elecciones autonómicas del 4 de mayo. Y finalmente, en unos comicios que pese a la pandemia y a celebrarse en día laborable alcanzaron un récord de participación, así fue.

La izquierda tenía sus esperanzas depositadas en que una alta afluencia, junto al apoyo de los indecisos, pudiese variar el rumbo, pero lejos de ese escenario, el PP ganó claramente –más que duplicando sus resultados en comparación con los anteriores de 2019– y podrá gobernar en Madrid. Eso sí, visto que la gran coalición no funciona en España, necesitará al menos la abstención de Vox para hacerlo y también tendrá que negociar asuntos importantes como la elaboración de los presupuestos o grandes leyes.

Nada más cerrarse las urnas, la calle Génova, donde los populares tienen de momento su sede, ya era una fiesta remomorando escenas de euforia del pasado ya casi olvidadas con cientos de personas en el exterior coreando consignas como “libertad, libertad”, –en alusión al lema de campaña– y agitando banderas como vaticinio de un gran resultado. Una perspectivas que confirmó el avance del escrutinio, que otorga a los del charrán 65 escaños – el 45 % de los sufragios, con más de 1,6 millones de papeletas– frente a los 30 cosechados en 2019, acariciando la mayoría absoluta.

Una espectacular subida (+35 asientos y casi 900.00 votos más) que confirma a Ayuso como gran vencedor y que unida a los 13 diputados en la Asamblea que se repartirán los de Abascal (+1), con Rocío Monasterio como cabeza de cartel, aúpan al bloque de la derecha a una mayoría absoluta de 78 escaños –sobre los 136 que forman la Asamblea– nueve más de los 69 necesarios

Frente a ellos, una izquierda donde las valoraciones son dispares. El PSOE, en caída libre, se descalabra al perder nada menos que 13 asientos (pasa de 37 a 24, con apenas el 17 % ) mientras que Más Madrid, con Mónica García como candidata revelación, crece con fuerza hasta los 24 diputados (4 más), empatados con los socialistas pero confirmando el sorpasso en número de sufragios a los de Ángel Gabilondo, que aunque en su posterior comparecencia no lo dejó claro, posiblemente pudo cerrar su último servicio para la causa de los del puño y la rosa.

Está por ver aún que consecuencias internas tiene este pésimo resultado –una pérdida de casi 275.000 votos– que indudablemente salpica al presidente Pedro Sánchez y que podría condicionar el apoyo de algunos de sus socios en el Congreso. Sirva como muestra del hundimiento que los socialistas tan solo fueron los más votados en dos de los 179 ayuntamientos de la Comunidad, que pasa a teñirse de azul.

Podemos, por su parte, experimentó un agridulce incremento pasando de 7 a 10 asientos (79.640 sufragios más) que si bien mantiene a los morados en la Asamblea se queda corto teniendo en cuenta las expectativas iniciales con una candidatura encabezada nada menos que por Pablo Iglesias, fundador de la formación y hasta hace dos días vicepresidente del Gobierno central.

Tanto es así, que quien fuera mano derecha de Sánchez en La Moncloa confirmó en su comparecencia para analizar los datos que dimite de todos sus cargos y que abandona la política al menos en la primera fila. “Cuando uno deja de ser útil tiene que saber retirarse”, aseguró.

Futuro incierto de C’s. Peor panorama es todavía el de Ciudadanos. No lo tenía fácil su cara visible, el abogado del Estado Edmundo Bal, que se presentaba –sin renunciar a su plaza en el Congreso, por si acaso– para intentar evitar un naufragio anunciado después de la fallida moción de censura en Murcia junto al PSOE, que acabó desencadenando la cita electoral en Madrid.

Todos los sondeos previos auguraban que la formación naranja se quedaría sin representación al no llegar al preceptivo 5 % y en este caso tampoco se equivocaron, empujando a los de Inés Arrimadas a un futuro incierto. Ciudadanos, que se dejó por el camino más de medio millón de apoyos, apenas superó el 3,5 % de los votos con un significativo descenso de 26 diputados que lo deja fuera del reparto y comprometen su viabilidad. La reunificación del centro derecha, por lo que parece, no se hará en este caso a través de una negociación sino por la vía de los hechos consumados.