Barajas recibe a más de 100 españoles evacuados y otros 40 permanecen en Polonia

El “gran alivio” que supone dicha llegada choca con la situación en la que se encuentra un policía, atrapado en Odesa junto a su mujer
Victoria Pardo
en casa. El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares (d), recibe a un español repatriado de Ucrania, que llegó este lunes emocionado al Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas. Foto: A. Pérez Meca

Con emoción y alguna lágrima los 106 españoles evacuados de Ucrania desde Cracovia (Polonia) aterrizaron este lunes, a primera hora, en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Allí los recibió el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, quien explicó que otros 40 nacionales han decidido permanecer en el país polaco --donde llegaron en dos convoyes organizados por la Embajada de España en Kiev-- o volver por sus propios medios a nuestro país “porque tienen familia o porque van a hacer el viaje directamente a otros puntos de España y no han querido utilizar el avión facilitado por el Gobierno”, aseveró el titular.

“Es un día de gran alivio”, dijo Albares, que pudo conversar con algunos de las personas repatriadas y lamentó también los “casos de dolor y humanos que quedan atrás”.

“ESTAMOS BIEN DE MOMENTO PERO QUEREMOS SALIR”. El “gran alivio” que supone dicha llegada choca con la situación en la que se encuentra un policía español, sorprendido por la invasión de Rusia cuando visitaba en Odesa a la familia de su mujer ucraniana. “Estamos bien de momento, pero queremos salir”, indicó en conversación telefónica con Europa Press, pidiendo ayuda para abandonar Ucrania y añadiendo que contactaron con la Embajada de España pero que no le han dado una solución al no figurar en el listado de residentes.

Es José María Moreno, policía nacional destinado en la Jefatura de la Comunitat Valenciana. Tanto él como su esposa, Sandra, que es reservista con formación militar en Ucrania --lo que podría ponerla en peligro--, tenían un billete para volar de vuelta a España el 26 de febrero, sábado, pero la madrugada de dos días antes sus planes se truncaron drásticamente ante la invasión militar de Rusia.

Desde entonces se encuentran a refugio con familiares de su mujer en una vivienda en Odesa, una ciudad costera al sur de Ucrania, a unos 200 kilómetros de la frontera de Moldavia y a unos 500 kilómetros de la capital, Kiev. “La ciudad está tranquila pero se escuchan sirenas a menudo por la activación de las defensas antiaéreas, así como explosiones lejanas en el mar y en la periferia de Odesa”, señala José María al respecto.

En este contexto, el policía nacional señala que contactó el día 24 con la Embajada de España en Kiev y que fue atendido por un funcionario, que les explicó que no podían ser evacuados del país ucraniano porque ambos no figuraban como residentes y, por lo tanto, inscritos entre el personal residente en Ucrania, una nación a la que llegaron como turistas el pasado 1 de febrero, cuando había “noticias contradictorias” sobre la actual intervención militar.