Casado no se fía de la oferta de Sánchez para establecer un cordón sanitario a Vox

Tampoco los socialistas confían en que los populares acepten su propuesta y subrayan que no darán una abstención gratis
Elecciones castellanoleonesas
Mario Álvarez
El presidente del PP, Pablo Casado, durante su intervención en el pleno. Foto: Jesús Hellín/E.P.

A falta de negociaciones formales, el futuro pacto de investidura en Castilla y León sigue en punto muerto después de que el PP vea poco creíble la oferta de Pedro Sánchez de abstenerse a cambio de que rompa con Vox y de que los populares tampoco acepten la entrada obligada de los de Santiago Abascal en el Gobierno autonómico.

El eco de las elecciones de Castilla y León llegó este miércoles a la sesión de control del Congreso, donde el presidente del Gobierno le dijo a Casado que había llegado “la hora de la verdad”, en la que el PP debe decidir si excluye o no a Vox “para siempre” y en “todos los territorios”, según informa Efe.

Sánchez y el PSOE azuzaron a Casado ante un dilema clave en el PP: gobernar o no con Vox, al que el PP ha mantenido hasta ahora como socio externo. Por ahora el PP se cierra a esa coalición de Gobierno, aunque en el PSOE creen que finalmente llegarán a un acuerdo.

Pese a la sombra de una repetición electoral, el PP mantiene que sus principios, reflejados en su programa electoral, son sus condiciones. No negociarán las leyes de violencia de género, ni el estado autonómico ni la pertenencia a la Unión Europea. Pero tampoco van a pactar con “terroristas e independentistas”.

Fuentes del PP aluden a los socios de Sánchez para negar su credibilidad y creen que el presidente del Gobierno busca ponerse la “careta de moderado” porque no deja de perder de elecciones.

El portavoz nacional del PP y alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, se preguntó cómo Sánchez puede tener el “desparpajo” de decir al resto con quién pactar.

“Confío en Alfonso Fernández Mañueco, estoy seguro de que va a hacer lo mejor para Castilla y León, pero insisto, el problema no es que Vox entre o no en un Gobierno, el problema de España es el Gobierno de Pedro Sánchez y sus pactos”, subrayó al respecto.

Pese a sostenerla en público, los socialistas también dudan de que prospere su propia oferta. Fuentes del PSOE dan por hecho que el PP ha cerrado la entrada de Vox en el Gobierno y que están ya en el reparto de cargos, sin acuerdo sobre la vicepresidencia. En ese escenario no darán una abstención “gratis” ni actuarán, según señalan, como “pagafantas”.

Voces como la de Gabriel Rufián, de ERC, consideran la vía de la abstención socialista como “un recurso político argumentativo del presidente Sánchez”, mientras que en Unidas Podemos apoyan un cordón “democrático”, pero la vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, apuntó que no les toca a ellos abstenerse.

Casado le recordó a Sánchez que éstas son las cuartas elecciones que pierde desde que es presidente, y el número dos del PP, Teodoro García Egea, le dio a Yolanda Díaz un “dato”: “El domingo los ciudadanos de Castilla y León castigaron su gestión y le dejaron de 2 a 1 escaños. Éste es el efecto Yolanda Díaz”.

Por contra, a juicio de Sánchez, Casado ha creado una trampa y ahora está “entrampado”. Desde el PSOE argumentan que Casado no tiene “fuerza interna” en su partido ni “legitimidad” después de haber “embarcado” a Mañueco en el adelanto electoral. Y sostienen que ante su fortaleza Vox no se conformará con un apoyo externo.

En Unidas Podemos, Yolanda Díaz pidió una reflexión ante los “malos” resultados.