Armas ‘made in Spain’ en los conflictos bélicos actuales de Arabia, India Marruecos o Pakistán

España ingresó en el primer semestre de 2020 un total de 22,5 billones de euros por venta de material defensivo y 32,4 millones provenían del mercado árabe: un récord
Exportaciones
Ángela Precedo
gráfico. Cantidad de dinero que España ha ingresado en sus arcas tras la venta de armas a cada uno de los países en conflicto que aparecen en el mapa. Foto: Á. Precedo

Las guerras ya son historia. Son cosa del pasado en nuestro mundo occidental. Creemos que estamos a salvo de un conflicto armado y de sus duras consecuencias sociales económicas y, por eso, ante las decenas de guerras que existen activas actualmente en el planeta, miramos para otro lado, como si no fuesen con nosotros, por miedo a sentirnos mal con nosotros mismos.

Niños soldado. Bebés que nacen con un arma debajo del brazo. Guerras entre cárteles que terminan con cientos de muertos. Bombas entre países que dejan miles de fallecidos y mutilados entre la población civil. Refugiados que huyen de sus países de origen porque su vida no es digna. Mujeres cuya libertad sexual se ve mermada y que son usadas como objetos de cambio. Esta es la realidad actual en los países de Oriente, de África, de América Latina, del sur de Asia... Y, en vez de ayudar, España incrementa año tras año su exportación de armas.

Pese a la ley que le prohíbe derivar armas a países que vulneren los derechos fundamentales de las personas y a otros que las revendan a los mismos, lo cierto es que en 2020 (a pesar de la pandemia), España ingresó un total de 22,5 billones de euros. De ellos, 32,4 millones (un 2,7 %) provenían de Arabia Saudí; y 19,9, de Emiratos Árabes Unidos (un 1,7 %). Esto solo por nombrar a algunos de los países en guerra continua que tienen a las mujeres esclavizadas y maltratadas. Pero, hagamos un repaso más pormenorizado por los países a los que España ha exportado armas y conozcamos cuál es actualmente el contexto de cada uno. Empecemos.

ARABIA SAUDÍ Y EMIRATOS ÁRABES UNIDOS. No hay que irse muy lejos para encontrar crímenes de guerra en estos países, pues el pasado 8 de septiembre, un informe publicado por Naciones Unidas subrayaba que la coalición internacional que apoya al Gobierno de Yemen tras siete años de guerra civil, encabezada por Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, cometió violaciones de derechos humanos que podrían constituir crímenes de guerra entre julio de 2020 y junio de 2021: al menos cuatro bombardeos que impactaron contra vivendas de civiles y causaron víctimas, en un país que sufre más de diez ataques de este tipo al día. Mientras, en el primer semestre de 2020, España autorizó la exportación de armas a los Emiratos Árabes por valor de 22,5 millones de euros, y a Arabía Saudí por 98,8 millones. Ahora, Yemen hace apenas una semana que lanzó tres drones y varios misiles balísticos hacia Arabia Saudí que fueron interceptados, con el objetivo de atacar también a civiles, según precisó la coalición militar. Ambas partes en guerra cometen crímenes contra los derechos humanos.

BLANGLADESH. Parece que después de Afganistán poco o nada se ha aprendido. Y es que por todo el continente asiático hay más líderes de grupos islamistas extremistas que, como los talibanes, buscan imponer su interpretación radical de la ley islámica. En Bangladesh, precisamente, está Jamaat-ul-Mujahideen, que comenzó sus operaciones a comienzos de la década de los 2000, realizando ataques contra minorías religiosas y estableciendo vínculos con el ISIS. Además de miembros de Al Qaeda. De hecho, hace solo dos semanas que el país condenó a muerte a seis yihadistas de la organización por matar a dos activistas LGTB. En 2020 España podría haber ingresado 2,4 millones de euros equipos de defensa a este país.

COLOMBIA. Desde agosto de 2019 el disidente de las FARC, Iván Mázquez, anunció que se retomaba la lucha armada dentro de una nueva etapa que reabría la oposición al partido Liberal y Conservador, regresando en el tiempo hasta el año 1964. El Observatorio de Memoria y Conflicto del Centro Nacional de Memoria Histórica asegura en su último informe que entre 1958 y 2018 murieron 262.197 personas como consecuencia del conflicto armado. El 17 de agosto la Interpol expidió circulares rojas contra cuatro mandos de las disidencias de las FARC, entre ellos su jefe Iván Márquez, solicitados por la justicia colombiana por delitos de lesa humanidad y narcotráfico. España autorizó en el primer semestre del pasado año la exportación de armas al país por valor de 11 millones de euros.

EGIPTO. En febrero de 2018 el presidente egipcio, Abdel Fatah al-Sisi ordenó al ejército egipcio que derrotara al grupo militante Wilayat Sinai, un afiliado local del autoproclamado Estado Islámico. Posteriormente, el ejército anunció el lanzamiento de amplias medidas antiterroristas en la península del Sinaí. En octubre de 2018 ya habían muerto más de 450 militantes. Sisi fue reelegido en marzo de 2018 para un segundo mandato y el estado de emergencia se extendió hasta hoy en día tras los ataques terroristas de 2017 a iglesias coptas. Hasta Egipto habrían llegado, si la pandemia lo permitiese, equipos españoles con un coste de 4 millones.

INDIA. Las disputas territoriales sobre la región de Cachemira, estratégica por su ubicación y por la cantidad de recursos hídricos, desencadenaron dos de las tres principales guerras indo-paquistaníes en 1947 y 1965, y una guerra limitada en 1999. Aunque ambos países mantuvieron el alto al fuego desde 2003, intercambian regularmente fuego a través de la frontera disputada, conocida como línea de control. Tras la invasión de Afganistán y el avance de los talibanes pakistaníes, la India se ve comprometida y se echa a temblar a la espera de lo que pueda suceder siendo declarada enemiga de Pakistán. En este conflicto España no se alía con Dios ni con el Diablo, sino que solo busca beneficios económicos con la venta de armas por valor de 68 millones de euros a la India, pero también a Pakistán (2,5).

MARRUECOS. Casi 50 años después del comienzo de la guerra, el desplazamiento de un gran número de personas y un alto al fuego en 1991 que congeló las posiciones militares, su final sigue siendo remoto. Desde su comienzo, en 1970, el conflicto ha generado entre 14.000 y 21.000 muertes, además de miles de refugiados. España dejó pendiente de descolonizar el enclave y, en lugar de celebrar el referéndum de autodeterminación que había anunciado en 1974, firmó los Acuerdos Tripartitos de Madrid el 14 de noviembre de 1975, por los que cedía la administración del territorio (que no la soberanía) a Marruecos y Mauritania. Ocurrió tras la Marcha Verde, la maniobra que escenificó Hasan II para forzar a España la entrega de su colonia. En los años 80, Marruecos construyó un muro de cerca de 2.700 kilómetros cuadrados que corta el desierto para asegurar el Sáhara y contener militarmente al Frente Polisario. Es el muro más extenso del mundo y una de las áreas con más minas antipersona del planeta. Sin embargo, desde el pasado 13 de noviembre de 2020 se han retomado los enfrentamientos, por primera vez desde el alto al fuego de 1991. Este conflicto provoca la huida de cientos de refugiados al día, como se ha visto a comienzos de año en Ceuta. En el primer semestre de 2020 España vendió armas por 12,2 millones a Marruecos.

PAKISTÁN. Continúa enfrentando amenazas significativas a su seguridad interna por parte de las facciones de Tehrik e Taliban Pakistan (TTP) y otros grupos armados, incluido el Estado Islámico. Aunque los ataques se han ralentizado en los últimos años, el TTP y los grupos militantes sectarios continúan atacando a fuerzas de seguridad y civiles. Tras la retirada de las fuerzas estadounidenses de Afganistán podría aumentar la inestabilidad regional al permitir que los terroristas de Pakistán establezcan un refugio seguro en Afganistán, como parecen indicar las últimas acciones.

ISRAEL. Desde la primera guerra árabe-israelí de 1948, 5,4 millones de habitantes de la Palestina histórica viven refugiados en campamentos situados en otros países de Oriente Próximo, como Siria, Líbano y Jordania. Desde hace más de 70 años que los palestinos viven bajo la ocupación militar más prolongada de la historia contemporánea. En la Franja de Gaza, las cifras son impactantes: cuatro de cada cinco familias carecen de ingresos estables y siete de cada diez personas dependen de la asistencia humanitaria. Por su parte, los israelís se han visto afectados por la inseguridad por ataques de grupos radicales como Hamás. La aportación de España supuso 8 millones de euros.

COREA DEL SUR. Por armas no solo hay que entender fusiles, sino también bombas, como las que Corea del Sur y del Norte aseguran que tienen para amenazarse mutuamente. Al lado sur, España ha proporcionado armas por valor de más de 311.000 euros en este periodo.