El Banco de España rebaja a un 4,5 % el crecimiento para este año por la guerra

Estima una inflación media del 7,5 % y retrasa la recuperación del PIB anterior a la pandemia hasta el tercer trimestre de 2023
Economía
Mario Álvarez
Una jubilada descansa en un parque público mientras observa su teléfono móvil. Foto: E.P.

El Banco de España ha rebajado su previsión de crecimiento para este año al 4,5 %, casi un punto por debajo de las proyecciones de diciembre de 2021, debido al estallido de la guerra de Ucrania, que ha supuesto “una perturbación económica muy severa”, y al “recrudecimiento de las presiones inflacionistas”.

Así se indica en las nuevas proyecciones macroecónomicas de la entidad para el período 2022-2024 publicadas este martes y recogidas pokr Efe, en las que retrasa la recuperación del PIB prepandemia al tercer trimestre de 2023 y calcula que la inflación media llegará en 2022 al 7,5 por ciento, frente al 3,7 % que preveía en diciembre.

Se prevé que la actividad mantenga “un elevado grado de dinamismo” en los dos próximos años, con un crecimiento previsto del 2,9 en 2023 y del 2,5 % en 2024.

La inflación descendería hasta el 2 % el próximo año y hasta el 1,6 en 2024, como consecuencia de una “relajación de los precios” de la energía a partir de julio de este año, pero siempre sobre la base de una “reducida magnitud de los efectos de segunda vuelta” sin que las presiones inflacionistas se trasladen a precios y salarios.

Las medidas del Gobierno para contener los precios restarán entre 0,5 y 0,8 puntos a la inflación media anual, según los cálculos de la entidad, que no tienen en cuenta la propuesta de limitar a treinta euros en el mercado ibérico de electricidad el precio del gas para las centrales que usen esa materia prima en la generación eléctrica.

No obstante, el informe señala que esta medida podría suponer “un impacto significativo” sobre el precio de la luz para los consumidores.

El menor crecimiento previsto para este ejercicio se explica fundamentalmente en la evolución de la demanda nacional (consumo e inversión), que pasa de aportar 4,4 puntos al crecimiento en las proyecciones de diciembre a sumar solo 3,3 puntos ahora.

Baja el consumo de los hogares, del 5,1 al 4,5 %, y sobre todo la inversión, del 7,8 previsto en diciembre al 4,5 %.

El Banco de España explica que “el aumento de la incertidumbre” por la guerra de Ucrania “habría podido comenzar a hacer mella en las decisiones de gasto de los hogares”, una situación en la que también influyen “las alteraciones en las cadenas de aprovisionamiento y, sobre todo, la merma de poder adquisitivo, como consecuencia del aumento de la inflación”.

En particular, se verá resentida la capacidad de compra de los hogares de menores ingresos, para los cuales el gasto en bienes energéticos representa una proporción más elevada dentro del total.

Estos efectos adversos se podrían ver contrarrestados no solo por el plan respuesta a la guerra, sino por la ejecución de los fondos europeos Next Generation EU, por unas condiciones de financiación aún favorables (aunque algo más estrictas que en trimestres precedentes) y por la mejora gradual de la situación epidemiológica, añade.

Para la demanda exterior se prevé un mejor comportamiento del esperado, ya que contribuiría con 1,2 puntos al crecimiento anual frente al punto esperado en las proyecciones anteriores.

El crecimiento del empleo se ralentiza a la mitad (1,9 %) respecto a las previsiones anteriores, mientras que la tasa de paro se mejora al 13,5, frente al 14,2 % estimado en diciembre pasado.