El Ejecutivo pide consensos para avanzar en reformas laborales
La ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, pidió ayer consenso social y político para abordar cambios profundos en la legislación laboral que frenen la precariedad y el desempleo a consecuencia de la crisis del covid-19, por ejemplo con mejores expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE).
Díaz compareció ayer en la Comisión de Trabajo del Senado, donde fue interpelada por las intenciones del Ejecutivo sobre una derogación total o parcial de la reforma laboral de 2012, y recibió las críticas del PP y Vox por “dinamitar” el diálogo social con un pacto parlamentario con EH Bildu.
La ministra dejó claro que la derogación de la reforma laboral del Partido Popular seguirá “su curso y su camino” en el marco del diálogo social, toda vez que su primera fase ya había comenzado antes de la pandemia del coronavirus y dijo que lo harán “en cuanto se pueda”.
Señaló que las negociaciones laborales deben enmarcarse en el diálogo social, que es “vital”, pero también en un consenso parlamentario, necesario para “cambiar las leyes”. “Debemos acometer las transformaciones de fondo que este país necesita en el ámbito laboral y del trabajo sin tardanza. Nuestra respuesta debe ser ambiciosa”, subrayó Yolana Díaz.
Por su parte, el presidente del Gobierno y líder socialista, Pedro Sánchez, defendió ayer ante la dirección de su partido que la coalición con Unidas Podemos se mantiene fuerte a pesar de las diferencias exhibidas en público entre los vicepresidentes Pablo Iglesias y Nadia Calviño a cuenta del polémico pacto suscrito con EH Bildu a cambio de su abstención en la quinta prórroga del estado de alarma.
Sánchez presidió una reunión por videoconferencia de la Ejecutiva Federal del PSOE en su versión reducida, la llamada Permanente, en la que se dieron explicaciones acerca de un acuerdo que, aún a día de hoy, se considera un error no forzado dentro del partido, pero del que la formación quiere pasar página cuanto antes para que no siga sirviendo de munición a la oposición.
El acuerdo forzó al PSOE a matizar que su compromiso seguía siendo el que firmó con Podemos en el acuerdo programático, y que se centraba en la derogación de los aspectos más lesivos de la reforma laboral y la negociación con los agentes sociales de un nuevo Estatuto de los Trabajadores.
Sánchez no esquivó ese debate en la Ejecutiva, donde dejó patente su agradecimiento a la labor del Grupo Parlamentario dirigido por Adriana Lastra, cuando lo prioritario era mantener el estado de alarma.