El fin de la erupción de La Palma no significa que no haya ningún peligro

El fenómeno se dará por concluido si los datos registrados se mantienen un día más
Volcán Cumbre Vieja
El Correo Gallego
Viviendas cercadas por la ceniza procedente del volcán de Cumbre Vieja. Foto: E.P.

Santa Cruz de Tenerife. Los observables, tanto directos como procedentes de los sistemas de vigilancia, siguen corroborando los signos de agotamiento del proceso eruptivo del volcán de La Palma, aunque el final de la erupción no tiene por qué implicar el final de algunos peligros asociados al fenómeno volcánico y el final de la reactivación magmática en Cumbre Vieja.

Así lo advertía la portavoz del Comité Científico del Pevolca, Carmen López, quien indicó en rueda de prensa que el único dato significativo es que persiste el episodio de deformación local que se inició el pasado 19 de diciembre, que requiere su seguimiento, sin observarse variaciones en el resto de datos y observables.

Carmen López añadió que para poder decir que el proceso eruptivo está llegando a su fin, los datos registrados y observables se debían de mantener en los niveles actuales durante un día más.

Por su parte, el director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, insistió en que se sigan cumpliendo las medidas de seguridad en materia covid-19 por parte de la población, y recordó la necesidad de que aquellas personas que accedan, sobre todo en el sur de la emergencia, a limpiar viviendas tomen todas las precauciones debidas, ventilando la casa donde pretendan acceder y no penetrando en lugares bajo rasante del suelo por el riesgo de acumulación de gases.

Por otro lado, la emisión visible de gases volcánicos sigue siendo puntual y esporádica. E.P.