El PP despide a Casado: ovación en su última comparecencia en el Parlamento

“La política es defensa de los valores”, dijo en su discurso // No todos secundaron el aplauso, entre ellos Álvarez de Toledo // Distintos diputados lamentan el clima de incertidumbre tras este adiós
Crisis en el PP
Felipe de Toro
la bancada popular en pie. Pablo Casado recibe el aplauso de la mayoría de los diputados de su grupo tras su intervención en la sesión de Control al Gobierno, que tuvo tintes de despedida. Foto: Efe

El PP despide a su líder, Pablo Casado. Al menos, a falta todavía de su dimisión como presidente nacional, lo hace como jefe del Grupo Parlamentario popular en el Congreso de los Diputados. Esa es la impresión que dio este miércoles la ovación – casi unánime– que recibió el palentino al finalizar su intervención durante la sesión de control al Gobierno, en el que pudo ser su último duelo con Pedro Sánchez.

Un reconocimiento que no fue secundado por todos los de su bancada, pues declinaron aplaudir diputados como la gallega Marta González, una de las promotoras del escrito de diputados pidiendo una gestora hasta el congreso extraordinario. Tampoco se apreció entusiasmo alguno en otros parlamentarios como Cayetana Alvarez de Toledo, que fue destituida por Casado como portavoz parlamentaria en 2020.

El presidente nacional de los populares llegó al hemiciclo acompañado de la portavoz, Cuca Gamarra, y de algunos de sus últimos diputados fieles, entre ellos su responsable de Organización, la navarra Ana Beltrán, y el vicesecretario de Comunicación, Pablo Montesinos. En su asiento, el portavoz económico, Mario Garcés, uno de los dirigentes del Grupo Popular que la víspera había pedido la destitución de Teodoro García Egea, inició un aplauso de bienvenida, pero nadie le siguió.

“Entiendo la política desde la defensa de los más nobles principios y valores, desde el respeto a los adversarios y la entrega a los compañeros. Todo para servir a España y a la causa de la libertad”, proclamó Casado durante una intervención que arrancó recordando lo que dijo en el debate de investidura de Sánchez, cuando afirmó que tienen la “responsabilidad era ensanchar el espacio de la centralidad para que tanto el PP como el PSOE puedan “ganar en él”, sin “necesidad de pactos con los que no creen en España, ni de alianzas con los que atentaron contra ella”

ESTA VEZ NECESITÓ PAPELES. En contra de su proceder habitual en las sesiones de control, Casado debatió esta vez con Sánchez leyendo su intervención y sólo usó el primer turno, renunciando a responder al presidente. Y cuando terminó, se sentó y, con cierta frialdad, comenzaron los aplausos. El Grupo Popular se puso en pie unos segundos, con dudas entre los diputados y algunos sentándose antes de tiempo, y con Casado en su escaño aguantando con paciencia. Y se pasó la palabra al presidente del Gobierno, que deseó a su adversario político "suerte en lo personal".

Tras finalizar su pregunta y escuchar a Sánchez, Casado abandonó solo y rápidamente el hemiciclo, perseguido por Pablo Montesinos, Ana Beltrán y el responsable de Política Territorial, Antonio González Terol. Minutos después, cuando le tocaba intervenir, la portavoz del Grupo Popular, Cuca Gamarra, quiso que constara en acta "el gran respeto y agradecimiento" del PP a su presidente, Pablo Casado Blanco.

Nada más abandonar el hemiciclo, el presidente popular se dirigió al despacho que el Congreso tiene reservado al jefe del principal partido de la oposición, donde estuvo acompañado por Montesinos, Beltrán y González Terol. Allí estuvo unos 40 minutos y luego abandonó el Palacio de la Carrera de San Jerónimo para dirigirse a 'Genóva'.

Después, algunos de sus compañeros admitieron haber visto "muy disgustado" e incluso "dolido" a quien todavía lidera el partido en una jornada que, asumen, es muy complicada para él. Eso sí, comentaron que el resto del grupo en el Congreso continuará con su agenda parlamentaria, como hasta ahora.

Más allá de las diferencias ideológicas, diputados de distintas formaciones empatizaron con Pablo Casado y agradecieron, aunque creen que llega tarde, el tono conciliador de su discurso de despida, al tiempo que lamentaron el clima de incertidumbre política generado por la crisis del PP. Eso sí, sin dejar por ello a un lado las críticas.

En esta línea, fuentes de la Ejecutiva Federal del PSOE advierten de que la corrupción sigue instalada en el PP tras la marcha de Casado y creen que es difícil que un nuevo liderazgo sea capaz de pasar página a esta situación.