El rey: “Una justicia libre favorece la convivencia pacífica”

Las declaraciones del jefe de Estado abogan por la estabilidad ciudadana de una sociedad democrática
Justicia
Adrián Cadavid
Felipe VI entrega los despachos en una promoción de 188 fiscales. Foto: E.P

El rey aseguró que “la independencia y la imparcialidad” del poder judicial son la base para reforzar “la convivencia pacífica”, la concordia y la estabilidad ciudadana en una sociedad “plenamente democrática” como la española.

Felipe VI presidió el acto de entrega de despachos a los nuevos jueces en el Auditorio de Barcelona, después de que el pasado año no asistiera por decisión del Gobierno en vísperas de la sentencia de inhabilitación del entonces presidente de la Generalitat, Quim Torra.

El presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, agradeció al monarca su presencia en la ceremonia porque “simboliza la unidad y permanencia” del Estado y resalta la “dignidad” de la judicatura. Sin hacer ninguna mención a la controversia que generó su ausencia, Felipe VI ha destacado la legitimidad “constitucional y moral” de la Justicia como “una institución en la que los ciudadanos pueden confiar”.

Ni el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, ni ningún conseller han asistido al acto, tampoco la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, mientras que sí lo hizo el mayor de los Mossos d”Esquadra, Josep Lluís Trapero. Desde el CGPJ puntualizaron que la normalidad será recuperada al completo una vez que vuelva a participar el presidente de la Generalitat, señalaron fuentes del órgano judicial.

“Una sociedad moderna y avanzada como la nuestra, una sociedad plenamente democrática como es la sociedad española, sólo puede desarrollarse en paz y concordia si cuenta con un mecanismo independiente y neutral para la resolución de los conflictos”, proclamó el jefe del Estado. El rey recordó que “las instituciones son esenciales para hacer realidad la idea de Estado”, del que la judicatura es parte “nuclear”.

A los participantes de la carrera judicial el rey les emplazó a actuar desde “la independencia y la imparcialidad”.