propaganda. En un mismo hueco se entierran varios cuerpos y se pone una cruz en la que solo se identifica a uno de ellos, habiendo menos carteles que los cadáveres totales TEXTO Antonella Santos

El Correo Gallego
área de la fosa común. Arriba, solo uno de los cuadrantes, uno de los cuatro. Foto: Telegram Mariúpol Major

Morir asesinado y que entierren tu cuerpo en una fosa común es la triste realidad a la que cada día se exponen los civiles que todavía quedan en Ucrania, especialmente aquellos hacinados en las zonas más conflictivas, como Mariúpol. Para las familias es un sufrimiento no tener una tumba donde ir a velar a su ser querido y no saber tan siquiera cuándo podrán rescatar su cuerpo, si es que en algún momento lo encuentran.

Y es que más duro todavía es que muchos cuerpos no se han encontrado, no se sabe nada de ellos y puede que nunca lleguen a aparecer. ¿Por qué? Porque bajo las fosas comunes abiertas en Ucrania se esconde otro engaño: decenas de cuerpos superpuestos que se entierran bajo una sola cruz (a veces tan solo un cartel de madera), para que parezca que en ese hueco hay una sola persona, y, por tanto, al realizar el recuento total de forma superficial, menos asesinados por los rusos.

Se trata de otra forma, ingeniosa cuanto menos, aunque antigua, porque ya se practicaba durante la II Guerra Mundial, de ocultar los supuestos ‘crímenes de guerra’ que el ejército de Putin está cometiendo en Ucrania. Pero, en esta ocasión, hay una herramienta con la que no se contaba antaño: las redes sociales, la tecnología satelital y las fotografías al alcance de un click de móvil. Todos estos elementos cierto es que también son los generadores de tantas y tantas fake news que han surgido sobre la invasión, pero también, bien usados, son la forma de comprobar los hechos.

Así, en la última gran fosa común descubierta hace cosa de un mes en Mariúpol, las autoridades ucranianas estiman que están enterrados entre 3.000 y 9.000 cuerpos de civiles (de los más de 20.000 fallecidostotales en la ciudad), aunque las autoridades rusas digan que son muchos menos. Y es que, con imágenes de satélite de la fosa, y comparándolas con las imágenes de la encontrada en Bucha, de la cuál se recuperaron algo más de 400 cadáveres, el tamaño a lo largo y las dimensiones a lo ancho de esta súperfosa de Mariúpol llevan a estimar que la cifra de cuerpos en ella enterrados podría multiplicar por veinte el dato de la encontrada en Bucha.

Además, es importante resaltar que no se trata de una única fosa, sino que está dividida en cuatro secciones. La televisión rusa desplegada en la zona –los únicos medios a los que se le permite acceder– solo muestran uno de los sectores, por lo que también contribuyen a que parezca menor la masacre. Órdenes del Kremlin, probablemente.

Tras los periodistas y en las fotos compartidas por el propio alcalde de la ciudad de Mariúpol en su Telegram (obtenidas por diversas fuentes), se pueden ver decenas de cruces con carteles. La imagen impacta, pero en verdad, si hubiese que poner una por cada persona fallecida, serían miles, muchas más. En cada cruz un cartel con el número del fallecido, el género y la edad estimada. Al numerar las cruces se consigue, de otra forma, que parezcan menos. Les sobran las estrategias.