La violencia vence a las palabras con el runrún de un careo Zelenski-Putin

Sin avances en las negociaciones que pongan fin al conflicto que vive Ucrania, una invitación de Turquía podría reunir a los líderes enfrentados // De momento, Moscú dice que la información sobre el plan de paz es incorrecta // Kiev, por su parte, que dicho texto refleja el interés de Rusia
Guerra en Ucrania
Ramiro Ponte
el duelo. Un soldado ucraniano se despide de su compañero, caído en combate (Lviv). Foto: Valeria Ferraro

Tras los avances conseguidos este miércoles, con ese pacto hacia la paz basado en 15 puntos que desvelaba el periódico británico “Financial Times”, las malas noticias se abrieron paso ayer entre el conflicto bélico... Tanto Kiev como Moscú cargaron contra tales informaciones --un país diciendo que el borrador sólo reflejaba la postura rusa y el otro, para más confusión, afirmando que lo publicado es incorrecto-- mientras el diálogo cesaba y la guerra se recrudecía en una Ucrania resistente. Si bien este jueves la violencia volvió a ganarle su particular batalla a las palabras, está claro que las negociaciones continuarán, y sin saber exactamente cuando se alcanzará el ansiado alto el fuego, crece el runrún de un posible careo entre Vladímir Putin y Volodímir Zelenski.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, trasladó durante la pasada jornada --22ª desde que todo estalló-- una oferta a su homólogo ruso para que se reúna en Turquía con el mandatario ucranio, con vistas a que ambos líderes acerquen posturas y puedan incluso acordar el ansiado fin de balas y misiles. Vía telefónica, el turco se puso en contacto con el líder del Kremlin, reiterando su voluntad de trabajar por la paz y ofreciendo Estambul o Ankara para hablar en directo con su adversario.

A falta todavía de una valoración por parte de Moscú sobre esa invitación, pues se limitó a comunicar que Putin informó a Erdogan del progreso de las conversaciones ya en marcha, la posibilidad de que se encuentre con Zelenski no es tan descabellada... De hecho ha aumentado si se tienen en cuenta las últimas declaraciones del asesor de la Presidencia de Ucrania, Mykhailo Podolyak, quien aludió a que actualmente están buscando una “fórmula legal” ligada al estatuto de las regiones prorrusas de Donetsk y Lugansk, y resaltó que --una vez que esta “se encuentre”-- los presidentes de ambos países “continuarán las negociaciones en un encuentro especial”.

Por el momento, la tensión sigue afincada entre ambos bandos, y los progresos que parecían haberse logrado el miércoles, según avanzó el diario británico “Financial Times”, se han ido tan pronto como llegaron. En relación a lo publicado por el citado periódico, Rusia calificó ayer de “incorrecta” en general la información, que daba cuenta de un plan de paz de 15 puntos que estaba negociando Moscú con Kiev para un alto el fuego, la retiradas de las tropas, así como un estatus de neutralidad de Ucrania con respecto a la OTAN.

“Hay elementos correctos, pero en general, esto no es cierto”, manifestó Dmitri Peskov, el portavoz del Kremlin, mientras el ministro de Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba, advertía por su parte de que el borrador del acuerdo para detener la invasión rusa únicamente reflejaba las demandas de Moscú, y reclamaba que Turquía esté entre los países que garanticen un eventual pacto.

AMENAZAS A BOSNIA. El silencio del Kremlin respecto al cara a cara Zelenski-Putin se contrapuso con su escalada de amenazantes advertencias. Al respecto, Rusia llamó a las autoridades de Kiev a pensar en el destino del país y de su gente y “tomar las decisiones correspondientes” para acercar el fin de la “operación militar especial”, pero también cargó contra los “traidores” que dan la espalda al país en “tiempos difíciles” y dejó claras las cosas a Sarajevo. “Si decide ser miembro de algo, es una cosa interna (...) Otra cosa es nuestra reacción. En el ejemplo de Ucrania hemos mostrado lo que esperamos. Si hay amenazas, reaccionaremos”, señaló el embajador ruso en Bosnia Herzegovina, Igor Kalbukhov, advirtiendo de que Moscú se reserva una respuesta si el país balcánico elige unirse a la OTAN.

Al compás de estas declaraciones llegaron las del presidente del Comité Internacional de Cruz Roja, Peter Maurer, que destacó que el desarrollo del conflicto en los próximos días es sumamente incierto y bien puede haber un cese el fuego parcial y temporal que haga posible la acción humanitaria o, todo lo contrario, que se produzca una intensificación de las hostilidades. Entre sus víctimas, la ciudad de Mariúpol, donde el 80% de sus viviendas están destruidas en un caos “colosal”. Para esta urbe y todo el país, el G7 (USA, Reino Unido, Francia, Japón, Canadá, Italia y Alemania) acordó enviar más ayuda a Ucrania. También España, con 31 millones en un paquete humanitario “sin precedentes” para Ucrania y las naciones con más refugiados.