Misiles sobre Kiev: Rusia cumple con la amenaza al ver atacada su frontera

Dos bombardeos sobre un edificio residencial y una empresa armamentística // Al menos diez heridos y un fallecido // Un tercer cohete fue interceptado por los sistemas de defensa ucranianos
Ángela Precedo / Agencias
Motor del cohete ‘Kalibr’ que mató a la periodista ucraniana Vera Giric, sepultada bajo escombros.

Dos edificios más destruidos. Varios heridos y, por el momento, un fallecido. Son los resultados que se conocen hasta el momento de los bombardeos que tuvieron lugar a última hora del jueves, ya de madrugada, sobre la ciudad de Kiev. Entre los escombros los equipos de rescate siguen trabajando para encontrar supervivientes o para liberar los cuerpos de más fallecidos.

De este modo Rusia cumple con la amenaza que había lanzado a principios de semana: de seguir produciéndose ataques contra las aldeas rusas fronterizas con Ucrania con armas occidentales, Kiev será bombardeada. El Kremlin alertaba de que, a pesar de que sus tropas no se encontraban en la zona, tras su retirada y concentración en el este, disponían de misiles de largo alcance para poder causar daños en la capital desde la distancia.

Así, tras seguirse produciendo acontecimientos ofensivos ucranianos sobre poblaciones rusas como Belgorod y Briansk, y coincidiendo con la visita del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, a la región (casualidad o premeditación), los rusos hicieron volar dos misiles sobre la ciudad, que impactaron directamente en dos edificios residenciales.

La situación resulta especialmente grave teniendo en cuenta que, a pesar de la precaución solicitada por el alcalde, días después de la retirada rusa los kievitas regresaron a sus domicilios y la ciudad recobró la vida perdida. Por tanto, en estos momentos hay civiles, mujeres y niños entre ellos, que están expuestos.

CIVILES QUE HAN PERDIDO SUS CASAS. “¡Amigos! Por la noche, el enemigo ha disparado contra Kiev. Dos impactos en el distrito de Shevchenkivski. Todos los servicios están en sus puestos. Se está aclarando la información sobre las víctimas”, escribía este viernes en la mañana el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko en su cuenta de Telegram, donde alertaba de que “Kiev continúa bajo el fuego enemigo y el ataque de ayer con cohetes en casas pacíficas es prueba de ello”. Por suerte, señaló que uno de los dos edificios alcanzados, “de gran altura”, es “nuevo y todavía poco poblado, por lo que había pocos habitantes”. En este primer mensaje aseguraba que no había fallecidos, pero sí cuatro personas hospitalizadas. Horas después, daba cuenta del hallazgo de una periodista fallecida que había quedado sepultada bajo escombros.

El ataque, más en concreto, duró unas dos horas. “Rescatistas y médicos siguen trabajando en el lugar y también están inspeccionando casas cercanas, sacando a la gente”, añadió Klitschko. El balance total se elevó a un cadáver y diez heridos. En el edificio vivía, junto a su abuela y sus dos hijos, una joven llamada Marina Zdanovich, de 31 años. Su abuela resultó herida leve. Otra vecina aseguraba: “Mi piso está completamente destruido, solo quedan las paredes y el techo”.

El otro proyectil cayó sobre una empresa llamada Artem, a la que al parecer sí iba dirigido el ataque, por tratarse de una fábrica de misiles.

PIDEN A LA OTAN HERRAMIENTAS PARA DERRIBAR AVIONES. También fue ya avanzada la mañana del viernes cuando el asesor del Ministerio de Interior de Ucrania, Anton Gerashchenko, informó en su Telegram que habían sido tres los misiles lanzados por Rusia sobre la capital, pero que, por suerte, uno de ellos había logrado ser interceptado por los sistemas de defensa antiaéreos. “Ya no estamos pidiendo a la OTAN que nos cierre el cielo, ¡pero dennos poderosos sistemas de defensa aérea que nos permitan derribar misiles de crucero y aviones rusos!”, demandó.

Además, aseguró que la cifra de heridos ya ascendía a diez y publicaba una foto de un supuesto motor de un misil de crucero. “Será entregado a nuestros especialistas para su estudio”, informó. Para el presidente ucraniano que el ataque haya coincidido con la visita de Guterres no es casualidad, “dice mucho sobre la verdadera actitud de Rusia hacia nuestras instituciones”, asegurando que fue “un intento de los líderes rusos de humillar a la ONU”.