Putin seguirá atacando a su “pueblo hermano” hasta controlar el Donbás

Su misión sería lograr todos los objetivos marcados, comenta el mandatario ruso: entre ellos, “ayudar a la gente” de la región separatista // Kiev mantiene la negociación con Moscú, pese
a ser muy difícil avanzar // Zelenski rechaza que le visite el presidente alemán por su pasado
Fuego ruso
Ramiro Ponte
Destrozos por los bombardeos rusos en Chernihiv, donde un hombre pasa con muletas. Foto: Celestino A. Lavin

Con el objetivo de “ayudar a la gente que vive en el Donbás”, que siente “un vínculo inquebrantable con Rusia y que durante ocho años ha sido víctima de un genocidio”, el líder ruso, Vladímir Putin, dejó claro este martes que su primer compromiso tras comenzar la invasión (el de apoyar a los separatistas prorrusos de la zona oriental de Ucrania) proseguirá, atacando al que denominó como su “pueblo hermano” y sin parar hasta controlar la región.

En declaraciones a los medios, el número uno del Kremlin manifestó que la campaña militar en el país de Volodímir Zelenski “va según lo planeado” y que su duración exclusivamente dependerá de la “intensidad de los combates”, lo que, recordó, trae consigo pérdidas.

Así las cosas, conforme aseguró, su misión es “lograr todos los objetivos” marcados (entre ellos hacerse con el Donbás para liberar a su población) al tiempo que minimizan las bajas entre sus filas. Todo ello de manera “constante”, “tranquila”, siguiendo “el plan que fue trazado en un primer momento por el Estado Mayor General”, indicó al respecto.

“Nuestra lógica es simple. Nuestros objetivos son ayudar a la gente que vive en el Donbás, que sienten un vínculo inquebrantable con Rusia y que durante ocho años ha sido víctima de un genocidio”, manifestó, contestando así a las críticas del canciller federal de Austria, Karl Nehammer, de que el líder ruso está “inmerso en una lógica bélica”.

Tras esto, apuntó que las acciones militares en otras regiones ucranianas están relacionadas con la intención de “constreñir” las fuerzas del enemigo, “destruir la infraestructura militar” y “crear las condiciones para realizar acciones militares más activas en territorio del Donbás”.

Asimismo, denunciando que “el principal objetivo” de Occidente no es ayudar a Ucrania, que no es más que “un medio para lograr sus objetivos”, que no tienen ningún vínculo “con los intereses del pueblo ucraniano”, Putin evidenció que la operación rusa es una “tragedia”, aunque “inevitable”, calificó a Ucrania de un “pueblo hermano” y defendió el “heroísmo” y “coraje” de todos sus soldados, puesto que defienden “a Rusia y los intereses nacionales”.

“Lo que ocurre ahora es la quiebra del sistema mundial unipolar que se formó tras la desintegración de la Unión Soviética. Muchos dicen que EEUU está dispuesto a luchar con Rusia hasta el último ucraniano. Lo dicen allí y aquí. En realidad, así es. Ahí está la quintaesencia de lo que está ocurriendo”, sentenció, no sin antes afirmar que la invasión fue “oportuna”, ya que de lo contrario su país habría sido víctima de una agresión a manos de los “neonazis” ucranianos adiestrados por Occidente.

TRASFONDO EMOCIONAL “COMPLEJO”. Por su parte, desde Ucrania apuntaron que las negociaciones con Rusia prosiguen, pese a ser “muy difíciles”. Así lo afirmó Mijailo Podoliak, asesor del presidente Zelenski, destacando que “el trasfondo emocional en días como hoy es muy complejo”. En este sentido, las conversaciones están desarrollándose en grupos de trabajo, añadió, aludiendo después a las “tácticas tradicionales rusas” de ejercer presión sobre estos procesos negociadores con “ciertas declaraciones públicas”.

Con quien no quiso hablar de momento el mandatario ucraniano ha sido con el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, por sus vínculos con el gasoducto germano-ruso Nord Stream, puntal de la actual dependencia energética alemana de Moscú. El político europeo tenía prevista ayer una visita a Kiev, pero esta fue rechazada por su homólogo a causa de su pasado.