Zelenski alerta de que Putin pretende terminar con “toda la vida” del Donbás

“Rusia quiere desertificar este territorio”, manifiesta el presidente de Ucrania, mientras desde el Kremlin rechazan las propuestas para evacuar a los soldados y civiles que continúan en Azovstal
Guerra en Ucrania
Victoria Pardo
Caos en Ucrania, donde las bombas siguen dejando imágenes de edificios en llamas. Foto: Gobierno de Ucrania

“Terminar con toda la vida” en la región del Donbás. Ese es el objetivo que las tropas rusas tienen en el este de Ucrania, según su presidente, Volodímir Zelenski. Para el mandatario, “los brutales bombardeos, los ataques rusos constantes contra la infraestructura y barrios residenciales son la prueba de que Rusia quiere desertificar este territorio”. En este contexto, en la que ayer fue la jornada 66 de guerra en su país, volvió a agradecer el apoyo del dirigente yankee, Joe Biden, que anunció una iniciativa parecida al famoso Programa de Préstamo y Arriendo –que entre 1941 y 1945 facilitó la entrega de alimentos, petróleo y otro material a Reino Unido, la Unión Soviética y otros países aliados durante la Segunda Guerra Mundial contra la Alemania nazi– y que ahora mismo “será de mucha ayuda en la lucha” contra el ejército de Vladímir Putin.

Las palabras de Zelenski llegaron ayer, tras más de dos meses de inhumana guerra, después de que Moscú expresase su rechazo a todas las propuestas para evacuar a los soldados y a los civiles que permanecen sitiados en Mariúpol. Así lo indicó Mijailo Podolyak, asesor del presidente ucraniano, declarando que a petición del presidente distintos “líderes mundiales” se han dirigido al Kremlin para solicitar la creación de un corredor humanitario desde la ciudad portuaria, donde aún prosiguen los combates en las inmediaciones de la acería Azovstal.

“Por desgracia, no hay respuesta de la parte rusa”, dijo Podolyak en una entrevista con “Radio Europa Libre” en la que conjeturó que Moscú persigue el objetivo “simbólico” de destruir la ciudad, controlada ya en su mayor parte por el Ejército ruso, y a quienes la defienden, en referencia al Regimiento Azov.

“Todos los días hay ataques con artillería pesada y cazas para destruir Azovstal. Los rusos saben que hay niños en el interior, pero siguen bombardeando”, denunció además.

En este sentido, dentro de la planta metalúrgica de Azovstal permanecen atrincherados medio millar de combatientes y unos mil civiles, de los cuales unos 500 están heridos sin posibilidad de recibir tratamiento médico. A ello se suma que las reservas de alimentos y de agua llegarán a su fin pronto, según fuentes del ultraderechista Regimiento Azov, integrado en el Ejército ucraniano.

Moscú ha excluido la posibilidad de lanzar un asalto contra la acería para evitar bajas rusas, optando por el contrario por sitiar la planta e impedir el acceso de ayuda humanitaria a los asediados. Este jueves, el secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó en una rueda de prensa con el presidente ucraniano en Kiev que Naciones Unidas está haciendo “todo lo posible” para evacuar a los civiles de la planta.

CONSTATAN PRESENCIA DE ESPECIALISTAS RUSOS EN PLANTA NUCLEAR. Por otro lado, el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) comunicó ayer que las autoridades rusas han enviado a un equipo de expertos a la planta nuclear de Zaporiyia, en el sureste de Ucrania. La planta se encuentra bajo control ruso pero hasta el momento permanecía operativa con la participación de profesionales ucranianos, dijo el director general del OIEA, Rafael Mariano Grossi, a través de un comunicado en la web de la agencia nuclear de la ONU.

Ucrania ha precisado que ahora mismo hay ocho representantes de la compañía rusa Rosenergoatom, quienes están exigiendo información “confidencial” sobre el desempeño de la planta, de la que Rusia se apropió el 4 de marzo. Las tropas rusas ocuparon previamente la instalación nuclear de Chernóbil, pero se retiraron a finales de marzo. Los técnicos han actualizado los sistemas de monitoreo y han restaurado gradualmente la transmisión remota.