Inquietud en la UE ante la primera victoria de la ultraderecha italiana

España recuerda que está comprometida con la construcción europea y advierte de una Europa con dos modelos enfrentados // Albares no ve unos resultados extrapolables a nuestro país
Antonella Santos
ursula von der leyen. Presidenta de la Comisión Europea, a la espera del futuro de Europa. Foto: Commons

La Unión Europea espera con inquietud la llegada a Italia, uno de sus países fundadores, de un Gobierno encabezado por la ultraderechista Giorgia Meloni, y que, según analistas consultados por Efe, puede generar cierta turbulencia entre Roma y Bruselas en materia migratoria. Con todo, ven poco probable que las políticas exteriores, incluso hacia Rusia, cambien mucho.

Tirando de libro de estilo, la Comisión Europea se negó este lunes a valorar el resultado salido de las urnas el domingo, en el que la coalición formada por Hermanos de Italia (FdI) y Forza Italia (FI) ganó las elecciones con el 44,1 % de los votos, mientras que FdI de Meloni fue el partido más votado, con el 26,2 %, por lo que será ella la encargada de formar el Gobierno.

Así las cosas, Bruselas espera una “cooperación constructiva con las nuevas autoridades italianas”, dijo el portavoz del Ejecutivo comunitario, Eric Mamer, quién negó que los comicios se puedan leer como un “juicio” a las políticas europeas.

Frente a esta afirmación, las palabras de Meloni se centraron en resaltar que, si recibe el encargo de formar Gobierno, trabajará en favor de “todos” los italianos, con el objetivo de “unir” a la ciudadanía y de que “los italianos estén de nuevo orgullosos de ser italianos”.

TANTAS LECTURAS COMO FAMILIAS POLÍTICAS EN LA EUROCÁMARA. Todos los ojos del Parlamento Europeo estaban puestos ayer en el papel que jugará el Partido Popular Europeo (PPE), que alberga en su seno a Forza Italia, en la previsible próxima coalición
de gobierno con Hermanos de Italia y Liga. “Confiamos en que Forza Italia guiará el próximo gobier-
no por un camino que sirva a los mejores intereses del pueblo ita-
liano como parte de una Europa fuerte y estable”, tuiteó el PPE.

Dentro de las familias políticas europeas, Forza Italia –liderado por Silvio Berlusconi– está dentro del PPE; la Liga –de Matteo Salvini– está inscrita en el grupo ultraderechista Identidad y Democracia (ID) –donde está también el Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen– y Hermanos de Italia está con los Conservadores y Reformistas (ERC) –al que también pertenece el partido de extrema derecha español Vox–.

Como tónica general, los partidos europeos a la izquierda de la futura coalición de Gobierno italiana (socialdemócratas, liberales, verdes e izquierdas) ya alertaron sobre un futuro gobierno al que se refirieron como “una amenaza a la democracia”.

La líder del grupo de los Socialdemócratas (S&D), Iratxe García, afirmó que es “un día oscuro” para Italia y para Europa por el triunfo del “posfascismo” que representa Meloni “de la mano y en alianza con Forza Italia del PPE y la Liga de ID”.

Desde el grupo de la Izquierda, la líder Manon Aubry, lamentó que el “veneno reaccionario, xenófoco y autoritario crece en toda Europa”; mientras que desde los Verdes, Ska Keller advirtió de que un gobierno de extrema derecha es una “amenaza” para todos.

RESPETO DESDE ESPAÑA. Por otro lado, desde España, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, recordó este lunes a la derecha italiana que el país está “comprometida con la construcción europea”, y advirtió de que en Europa hay “dos modelos enfrentados”.

Albares no quiso entrar a valorar más los resultados, ya que pasarán varias semanas antes de que se detalle la coalición que finalmente ostentará el poder. Sin embargo, aseguró que los dos modelos pasan por uno que apuesta por la libertad, la paz y la democracia y por otro autoritario “que no cree en la pluralidad y diversidad, sino en la homogeneidad, y, por tanto, es contrario a los pilares de la UE”.

De este modo, el ministro de Exteriores subrayó que en épocas de cambios “los populismos siempre crecen y siempre terminan igual, en catástrofes”, ya que dan respuestas muy sencillas a problemas complejos y “apuestan por cerrémonos y volvamos al pasado”. Finalmente, preguntado por si este triunfo de la ultraderecha puede ser anticipo de un resultado similar en España, proclamó que “no tiene nada que ver”.