IPC sin freno: la luz sube con tope al gas, la gasolina respira y el diésel en máximos

Energías y carburantes empujan a cotas históricas la cesta de la compra // El recibo eléctrico de junio volverá a incrementarse un 8% // Los combustibles superan la media de la eurozona
Iago PérezSantiago

Resumido en titulares se puede decir que la factura de la luz sube en junio pese a los primeros días del tope al gas; que la gasolina baja ligeramente por vez primera en dos meses, el gasóleo se anota un nuevo máximo y el precio de los carburantes supera la media de la eurozona y que esta tormenta perfecta está empujando a la cesta de la compra a unos costes pocas veces vistos antes en España con la inflación en ese 10,2% que, dice Pedro Sánchez, estaría en el entorno del 14% de no mediar las medidas del Gobierno. Unas ayudas que se antojan claramente insuficientes y que necesitan una actualización, lo piden sus socios y lo exige el PP, para frenar la sangría económica que sufren los ciudadanos y las empresas.

Vayamos por partes.

LA FACTURA DE LA LUZ PARA UN CONSUMIDOR MEDIO acogido a la tarifa regulada o PVPC superará los 92 euros en junio, un 8 % más que el mes anterior, a pesar de la puesta en marcha del tope al gas, que, no obstante, ha abaratado el precio del mercado mayorista un 15 % en sus primeras dos semanas.

Usando el simulador de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), con una potencia contratada de 4,4 kilovatios (KW) y un consumo mensual de 250 kilovatios hora (KWh), distribuido en los diferentes periodos (punta, llano y valle), la factura alcanzaría los 92,63 euros para un consumidor tipo. Esta cifra es un 56 % superior a la registrada el mismo mes de 2021, cuando se pagó a 59,37 euros, casi el doble que en 2020, que se situó en 47,42 euros, y un 72,8 % más que en 2019, último ejercicio previo a la pandemia del coronavirus, en el que alcanzó los 53,60 euros de media.

Los picos de demanda eléctrica consecuencia de la ola de calor que atravesó España a mediados de junio, las propias condiciones climáticas, que han limitado la producción de las renovables, y las tensiones geopolíticas derivadas de la invasión rusa de Ucrania han condicionado a los mercados energéticos en las últimas semanas.

De hecho, el precio de la electricidad en el mercado mayorista o “pool”, que repercute directamente en la tarifa regulada a la que están acogidos casi 11 millones de consumidores, ha alcanzado su tercer nivel más alto desde que hay registros, 215,5 euros megavatio hora (MWh).

Precisamente este mes ha sido el primero con el límite del precio al gas destinado a la generación eléctrica en vigor, una medida que cuenta con el beneplácito de Bruselas y que entró en funcionamiento de forma simultánea en España y Portugal en la subasta del pasado 14 de junio, con efecto para la jornada siguiente. Si se tiene en cuenta la evolución del “pool” en los 30 días de junio, el precio medio mensual sin el mecanismo habría sido de 239,14 euros/MWh, esto es, 23,6 euros más, lo que habría encarecido todavía más -un 10 %- la factura eléctrica de los consumidores con tarifas indexadas al mercado mayorista.

Pero algunos colectivos han venido mostrando sus reservas, hasta el punto de que la Asociación Española de Cogeneración (Acogen) ha lamentado la situación “crítica” por la que atraviesa la cogeneración desde que el tope al gas echó a andar. A tenor de sus cálculos, en las dos semanas que lleva en funcionamiento la “singularidad ibérica”, el precio del gas reconocido a los ciclos combinados ha sido de 111 euros/MWh, mientras que el Ministerio para la Transición Ecológica propone a las cogeneraciones 50 euros/MWh, a pesar de su “mayor eficiencia”.

LA GASOLINA HA BAJADO LIGERAMENTE EN LA ÚLTIMA SEMANA hasta 1,928 euros el litro, mientras que el gasóleo ha superado, de nuevo, su máximo histórico tras registrar un precio medio de 1,9 euros, siempre aplicando a estas cantidades el descuento de 20 céntimos por litro aprobado por el Gobierno.

Según los datos difundidos este jueves por el Boletín Petrolero de la Unión Europea, que recoge el precio medio registrado en más de 11.400 estaciones de servicio españolas entre el 21 y el 27 de junio, los valores de ambos carburantes superarían los 2 euros el litro de no aplicarse la bonificación pública.

Teniendo en cuenta estos precios, el coste de la gasolina ha caído un 0,67 % después de nueve semanas al alza, mientras que el gasóleo es un 1,28 % más caro tras subir por cuarta semana consecutiva, con lo que se sitúa por encima de su anterior máximo, 1,876 euros, marcado hace siete días.

Si no se aplicara el descuento obligatorio establecido por el Gobierno, la gasolina superaría por cuarta vez en la historia los 2 euros el litro, hasta los 2,128 euros, mientras que el gasóleo lo haría por tercera vez, avanzando hasta los 2,1 euros. La escalada de ambos carburantes ha provocado que el precio de la gasolina haya aumentado casi un 30,4 % desde el pasado enero, frente al 41 % que se ha encarecido el gasóleo.

Con los precios actuales, llenar un depósito medio de 55 litros con gasolina alcanza actualmente los 106,4 euros, mientras que con gasóleo se sitúa en 104,5 euros. Esto supone pagar cerca de 25 euros más que a principios de año en el caso del primer carburante, y 30 euros más en el segundo.

SE DISPARA LA INFLACIÓN. Una consecuencia directa de la actual crisis energética se aprecia en el indicador adelantado de la inflación, que ha continuado su escalada en junio con una tasa anual del 10,2 %, el nivel más alto en 37 años, debido al encarecimiento de carburantes y alimentos.

El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha atribuido esta subida al efecto que ha provocado el corte de gas ruso en las economías europeas, el cual se ha trasladado, entre otros, a los costes energéticos.

Una lectura que también hacen desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que cree que el origen de este “exagerado” repunte está en el incremento de los precios de la energía y los combustibles desde el verano pasado, cuando empezó a revitalizarse la actividad económica tras la pandemia.

El pasado sábado, el Ejecutivo aprobó nuevas medidas para hacer frente a la situación provocada por la guerra en Ucrania, que supondrán un coste de 9.100 millones.