Joe Biden presenta un plan de estímulo de 1,5 billones de dólares

El presidente electo anuncia ayudas directas a los ciudadanos y empresas, y más vacunación
Fernando López
Joe Biden en un acto durante la pasada semana. Foto: Efe

El presidente electo de EE.UU. desveló ayer detalles de su plan de estímulo fiscal, cuyo coste rondaría los 1,5 billones de dólares, con más ayudas directas a los ciudadanos y empresas, y un mayor gasto para la vacunación contra la COVID-19, según adelantaron los medios estadounidenses.

Biden adelantó la propuesta anoche en un acto en Wilmington (Delaware), acompañado de parte de su equipo económico.

Entre sus propuestas incluirá nuevas transferencias directas de dinero para los ciudadanos, apoyo para los gobiernos estatales y locales, y respaldo específico a través de exenciones fiscales para las familias con niños.

A ello se sumarán nuevos fondos para acelerar las labores de distribución de las vacunas, partidas para la reapertura de los colegios y una extensión de las ayudas suplementarias federales por desempleo.

Tras este primer impulso, Biden prevé lanzar a finales de año un plan de inversión en infraestructuras para revitalizar el empleo, un proyecto de amplio alcance que ya habían planteado en su momento, sin éxito, sus dos inmediatos antecesores, Donald Trump y Barak Obama.

El resurgimiento de los casos de COVID-19 y la reanudación de las restricciones en actividades comerciales y educativas llevó la cifra de solicitudes de prestaciones por desempleo la semana pasada, conocida ayer, a más de 800.000 trámites en diciembre, mes en el que tradicionalmente la economía requiere más trabajadores.

El plan deberá ser aprobado por el Congreso, donde los demócratas cuentan con mayoría en ambas cámaras, aunque deberán recabar el respaldo de una decena de republicanos en el Senado para sacar adelante su propuesta, informa Efe.

A finales de 2020, el Congreso aprobó otro paquete de estímulo de 900.000 millones de dólares destinado a paliar el deterioro de la economía por la pandemia, que incluía pagos directos de 600 dólares a todos los estadounidenses con una renta anual menor a 75.000 dólares, al que Biden y los demócratas dieron la bienvenida pero consideraron insuficiente.

Por otro lado, el responsable de Twitter, Jack Dorsey, defendió ayer la suspensión de la cuenta en esa plataforma del presidente de EE. UU., Donald Trump, como una decisión correcta pero que, al mismo tiempo, sienta un precedente peligroso en una internet global y libre.

La decisión adoptada tras el violento asalto al Capitolio protagonizado por seguidores del presidente fue la adecuada, pero una prohibición de este tipo tiene ramificaciones “significativas” y, a largo plazo, puede “erosionar” el propósito de una internet abierta, señala Dorsey.