La sombra de nuevos aranceles de Trump se cierne sobre la UE

El miércoles se cumple el plazo para tomar una decisión sobre mantenerlos o bien elevarlos
EFE / L. PLANASWashingnton / Santiago
EE.UU. El presidente, Donald Trump, eufórico. Foto: EFE

La batalla arancelaria entre EE.UU. y la Unión Europea (UE) vivirá un nuevo capítulo este miércoles cuando el Gobierno del presidente, Donald Trump, deberá decidir si da un paso más con nuevos gravámenes a varios productos europeos, como el vino y las aceitunas.

La Oficina del Representante de Comercio Exterior (USTR, en inglés) abrió hace meses un periodo de consultas públicas acerca de la pertinencia de esta nueva medida de presión comercial, que podría suponer elevar los aranceles actuales de entre el 10 % y el 25 % al 100 %.

Entre los productos potencialmente afectados están el whisky escocés, el vino español y el francés, y aceitunas griegas y españolas.

Consultada por Efe, la oficina encabezada por Robert Lighthizer, evitó ofrecer precisiones. El miércoles se cumple el plazo para tomar una decisión acerca de mantenerlos o elevarlos.

Trump, quien ha hecho del proteccionismo uno de sus pilares políticos, tampoco se ha referido a la cuestión, aunque ha insistido en sus crítica a la UE, por considerar que se aprovecha comercialmente de EE.UU..

Pese a la insistencia de Trump en la efectividad de los aranceles como arma comercial, los empresarios han mostrado sus recelos, especialmente en medio de la grave crisis económica que vive el país en medio de la pandemia de la COVID-19.

“En un momento en el que la industria de la hostelería está luchando por su vida, cualquier arancel adicional tendrá efectos catastróficos y agravantes en los próximos años, un golpe brutal para muchos”, dijo Michelle Korsmo, la presidenta de la Asociación de Mayoristas de Vinos y Licores de EE.UU., en un comunicado reciente.

La sombra de una posible subida creció la pasada semana con el anuncio sorpresa de Trump de aplicar un arancel del 10 % al aluminio de Canadá, apenas un mes después de ratificar el nuevo tratado comercial entre EE.UU., México y Canadá.

La medida enfureció al Gobierno del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, y avivó los tambores de guerra comercial de Washington con aliados tradicionales.

La medida es el último episodio de la disputa comercial entre la Unión Europea (UE) y EE.UU. a raíz del conflicto por los subsidios que recibió el constructor aeronáutico europeo Airbus en detrimento de su rival estadounidense Boeing. En un esperado fallo arbitral, la Organización Mundial del Comercio (OMC) determinó en octubre los efectos adversos para Boeing en relación con cinco campañas de venta de aviones que Airbus ganó entre 2011 y 2013, y que consideró que el fabricante estadounidense hubiese ganado sin subvenciones para el europeo.