Los abucheos y gritos de dimisión a Sánchez marcan el desfile del 12-O

La parada militar se reanuda tras año y medio de pandemia con la mitad de efectivos que en 2019// Sonora pitada y algún insulto al presidente, que contrastan con los aplausos dedicados a Felipe VI
Fiesta Nacional
Felipe de Toro
por aire. Un paracaidista sobrevolando el cielo de Madrid con los colores de la bandera nacional.

Tras un año 2020 marcado por la pandemia de covid-19, el madrileño Paseo de la Castellana retomaba este martes 12 de octubre la tradicional parada militar para conmemorar el Día de la Fiesta Nacional. Un desfile en el que participaron 2.600 efectivos –lejos todavía, eso sí, de los 4.200 de 2019–, además de 68 aeronaves y 115 vehículos.

Los miles de espectadores que se dieron cita para seguir en vivo los actos pudieron disfrutar del paso de la Patrulla Águila, pintando los colores de la bandera en el cielo, previo a la entrada por tierra del escalón motorizado de las Fuerzas Armadas, la Guardia Civil, el Cuerpo Nacional de Policía, Vigilancia Aduanera y Protección Civil, que dieron paso después al Tercio Gran Capitán y la brigada 'Rey Alfonso XIII de la Legión y el grupo de Regulares de Ceuta, con sus característicos pasos. Tampoco faltó el carnero de la Legión, de nombre 'puzzle' por las manchas que lucía.

Sin embargo, el nombre en el que se centraron todas las miradas fue el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a quien cientos de personas apostadas en los laterales dirigieron una sonora pitada y varios gritos de “dimisión” al ser anunciado por megafonía cuando poco antes de las 10.00 horas recibía a los reyes, acompañados de la infanta Sofía, para presidir los distintos actos. La princesa Leonor no pudo viajar a Madrid debido a las normas sanitarias que rigen en el colegio de Gales en el que estudia este curso escolar.

Entre los asistentes que esperaban en el Paseo de la Castellana desde primeras horas de la mañana, podían verse numerosas banderas y banderines de España. En contraste con los abucheos y también algunos insultos dirigidos al jefe del Ejecutivo, saludaron la llegada de don Felipe y doña Letizia con vítores y aplausos. Tras recibir honores militares, el monarca pasó revista a las tropas antes de dar comienzo al desfile.

Previamente a la llegada de los reyes, se pudo ver charlando de forma distendida a la ministra de Defensa, Margarita Robles; el alcalde y la presidenta de la Comunidad de Madrid, José Luis Martínez-Almeida e Isabel Díaz Ayuso, respectivamente; y Teodoro López Calderón, jefe del Estado Mayor de la Defensa.

En la tribuna de autoridades estaban todos los presidentes autonómicos, salvo las tradicionales ausencias del catalán, Pere Aragonés, y del vasco, Íñigo Urkullu. A ellos se unieron este año el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, en Santiago preparando el debate autonómico de política general, y el de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, de viaje en Bruselas.

La cúpula de Defensa, políticos de todos los partidos, entre ellos, el líder del PP, Pablo Casado; y el de Vox, Santiago Abascal; y representantes de las altas instituciones del Estado estuvieron desde primera hora en la tribuna. El sol y una temperatura casi veraniega acompañaron la celebración, en la que bajo el lema "Servicio y compromiso", se quiso recordar el trabajo de las Fuerzas Armadas durante la pandemia, en catástrofes naturales como Filomena, en la erupción del volcán de La Palma o en la evacuación de Afganistán.

Tras el desfile también se recuperó en esta ocasión la recepción de los reyes en el Palacio Real, una cita marcada por el “buen rollo” y un ambiente “distendido” en el que los temas políticos quedaron en un segundo plano.

Sin Garzón, Castells ni Reyes Maroto. El primero en saludar fue Pedro Sánchez, al que siguieron todos los miembros de su gabinete, con la excepción de la titular de Industria, Reyes Maroto, de viaje oficial en Italia, así como el ministro de Consumo, Alberto Garzón, y el de Universidades, Manuel Castells.

Sí que asistieron el resto de miembros del Gobierno de Unidas Podemos, con la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, a la cabeza,así como su secretaria general y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, y la de Igualdad, Irene Montero. En el caso del líder de Izquierda Unida, sí que estuvo en el desfile militar previo pero no acudió luego al Palacio Real.

Las otras ausencias destacadas en la recepción, que duró apenas un cuarto de hora ya que los asistentes desfilaron sin detenerse por delante del Rey y la Reina, fueron las de los expresidentes del Gobierno, pues ninguno de ellos estuvo presente pese a que sí fueron invitados.