Los guardiaciviles se vacunarán cuando les toque, nunca antes

Sagrario Ortega

Madrid. Un año después de ponerse al frente de la Guardia Civil, María Gámez asegura que este Cuerpo seguirá siendo la mano que ayuda a quien está “más alejado, más disperso o con menos recursos”, en un compromiso con la España vaciada, a la que no abandonará.

En una entrevista con Efe con motivo de su primer año en el cargo, cree que ser la primera mujer en ocuparlo ha servido para lanzar el mensaje de que a las mujeres no les está vetado ningún puesto ni ninguna responsabilidad, y afirma que su discurso de la igualdad fue muy bien recibido entre el Estado Mayor.

No duda en defender la imparcialidad y neutralidad del Cuerpo, en el que “no cabe ninguna actitud que vaya ni contra el Estado de derecho, ni contra la Constitución, ni contra la igualdad de la mujer, ni a favor de los discursos del odio. Esas actitudes no caben en la Guardia Civil”.

Gámez loa el papel de los agentes durante la pandemia de coronavirus y se muestra orgullosa de que sean ellos los que custodien el transporte de la vacuna “para asegurar que llegue a destino”.

Y frente a las demandas de algunas asociaciones para que los agentes sean vacunados en la primera fase por ser considerados servicio esencial, Gámez es tajante: “No creo que ningún guardia quiere que se le vacune en primer lugar por delante de los mayores o los sanitarios”.

Gámez hizo estas manifestaciones 24 horas antes de conocerse la vacunación supuestamente irregular del Jemad y otros miembros del Estado Mayor de la Defensa, entre ellos el enlace de la Guardia Civil en ese órgano.

Consultada después por Efe, señalá que el oficial de enlace fue destituido porque “los guardiaciviles se vacunarán cuando las autoridades sanitarias lo indiquen, no antes”. Durante la entrevista, se refiere también a la amenaza yihadista y señala que la Guardia Civil es “uno de los cuerpos más preparados para afrontar” este terrorismo, dada su experiencia en la lucha contra ETA, de la que aporta su “bagaje” y su “buen hacer”. T. Díaz y S. Ortega