Los socios del Gobierno piden la cabeza de Robles por justificar el espionaje

Podemos suscribe las críticas a la ministra de Defensa, de quien Aragonès exige su dimisión por verla incapacitada políticamente
Espionaje político
Mario Álvarez
Robles interviene en un tenso debate en el que es objeto de duras críticas. Foto: Alberto Ortega/E.P.

Unidas Podemos, ERC y EH Bildu insisten en que ante el presunto espionaje a políticos independentistas deben rodar cabezas y aunque la formación morada no ha sido tan explícita, el Gobierno catalán y ERC urgen la dimisión de la ministra de Defensa, Margarita Robles, que este miércoles alentó el malestar en el pleno al criticar a los que incumplen la Constitución.

“¿Qué tiene que hacer un Estado, un Gobierno, cuando alguien vulnera la Constitución, declara la independencia, corta las vías públicas, realiza desórdenes públicos, tiene relaciones con dirigentes políticos de un país que está invadiendo Ucrania?”, preguntó Robles a los independentistas de la CUP en una sesión de control en la que ERC, JxCAT y PNV le exigieron aclaraciones y una comisión de investigación pública en el Congreso, informa Efe.

El Gobierno pone el foco en la comisión de secretos oficiales del Congreso, que previsiblemente será constituida este jueves con la representación de todos los partidos, pero tanto el socio de coalición como sus aliados parlamentarios lo ven insuficiente.

“Tiene que haber una investigación a fondo y rodar cabezas”, subrayó el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, horas después de que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, exigiera la dimisión de Robles por creer que está “incapacitada políticamente para seguir”.

Los independentistas y Unidas Podemos consideran que Robles ha justificado el espionaje y mientras Echenique ve “inconcebible” que este escándalo se vaya a zanjar sin que nadie asuma responsabilidades políticas, ERC ve “insultantes” sus palabras.

Un motivo más para que los republicanos insistan en su decisión de castigar al Gobierno con su voto en contra al decreto de medidas anticrisis que se debe convalidar en el Congreso este jueves y que tampoco tiene garantizada la abstención del PP.

“De momento, pídale el teléfono al señor Casero”, le espetó el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, al presidente, Pedro Sánchez, al inicio de la sesión de control al Ejecutivo mientras Bildu volvía a avisar: “No queremos que el Gobierno se vaya a pique..., pero están tardando en tomar medidas contundentes”.

La mecha la prendió la ministra de Defensa, ya que Sánchez iniciaba el pleno en tono conciliador pidiendo a Rufián que confiara en el Ejecutivo y que se reconstruyera la relación y el diálogo.

Un diálogo que por todos los medios buscó el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, con el PP y con ERC.

Bolaños se vio con Rufián en un encuentro en el que no hubo avances y que según el republicano fue “inmejorable porque no se podía mejorar”, y el PP advirtió tras su encuentro que “no dará cheques en blanco” a Sánchez.

“Todo lo que se ha hecho por parte del CNI es ateniéndose, escrupulosa y rigurosamente, a la ley, y hemos demostrado nuestra absoluta disponibilidad para colaborar con la justicia desclasificando los papeles si así se requiere”, recalcó Sánchez en una especie de mantra que posteriormente repitieron Bolaños y la propia ministra de Defensa.