Macron gana, pero la ultraderecha logra su mejor resultado en Francia

El presidente de la República promete restañar las heridas y asume la cólera que se esconde tras el voto a Le Pen
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Marine Le Pen antes de depositar su voto en la urna. Foto: Thomas Samson

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Santiago/Paris

Enmanuel Macron seguirá siendo presidente de Francia por otros cinco años . Es, después de Françoise Mitterrand y Jaques Chirac, el tercer mandatario de la V République Française que logra ser reelegido. En la segunda vuelta de las elecciones, los franceses le dieron el apoyo mayoritario (un 58,54 % de votos) para continuar en el Palacio del Elíseo. Pero la trascendencia de la jornada electoral de ayer en Francia no es tanto por la victoria en sí misma del actual jefe de Estado, sino por la derrota de la ultraderecha de Marine Le Pen, euroescéptica hasta la médula, que nunca tan cerca estuvo de llegar al poder. La Unión Europea respira tranquila tras el resultado salido de las urnas de uno de sus países fundadores, el segundo por población y fortaleza económica.

Según los resultados provisionales y el 100 % de los votos escrutados, la ultraderechista logró el 41,46 %de los votos y se quedaría así a 17puntos de los cosechados por Enmanuel Macron, que debe gran parte de su victoria a los apoyos prestados de los partidos de izquierda, especialmente del liderado por Jean-Luc Mélenchon. Éste se apuró en tachar al ganador de la batalla electoral como el presidente de la V República “peor elegido”, por los altos niveles de abstención, en torno al 28 %, la más alta registrada en Francia desde 1969.

Macron sabe del descontento social que le ha llevado a contener el aliento hasta el último día de la victoria. Ayer por fin la pudo festejar junto a sus seguidores, ante quienes prometió ser “el presidente de todos” y tener en cuenta incluso la “cólera” que, a su juicio, se esconde detrás del voto a la ultraderechista Marine Le Pen. En los Campos de Marte, con la Torre Eiffel como telón de fondo, Macron dirigió sus primeras palabras públicas tras saberse vencedor de un proceso que, sin embargo, ha dado como resultado un nivel de apoyo sin precedentes para la ultraderecha, la losa con la que arranca su nuevo mandato.

Echando la vista atrás, el presidente de la República recordó los momentos “dolorosos” y “difíciles” de cinco años de “transformación” y, de cara al futuro, quiso matizar que esta nueva etapa no será simplemente una “continuidad”. “Tenemos mucho que hacer. La guerra en Ucrania está ahí para recordarnos que atravesamos tiempos trágicos en los que Francia debe mostrar la claridad de su voz y desarrollar su fuerza en todos los ámbitos”, enfatizó el mandatario.

Macron dió las gracias a seguidores y militantes de La República en Marcha y, además, tuvo palabras para quienes le han votado solo para “bloquear” a la extrema derecha, así como a quienes se han abstenido. También prometió “responder” también a este “silencio”.

En su papel institucional, el jefe de Estado galo tendió la mano igualmente a los votantes de Le Pen, asumiendo que también debe haber algún tipo de reacción por su parte a “la cólera y los desacuerdos” que han llevado a millones de franceses a optar por Agrupación Nacional.

La líder de Agrupación Nacional, Marine Le Pen calificó de “histórico” el resultado obtenido que, dijo, sienta las bases de “un gran cambio” y anticipa una “gran batalla electoral” en junio, con motivo de los comicios parlamentarios. Le Pen, que reconoció su derrota apenas unos minutos después de la difusión de las primeras proyecciones de voto, compareció ante sus seguidores con un discurso optimista. En su opinión, los resultados que anticipaban las estimaciones eran ya “una gran victoria”.

“Millones de compatriotas han apostado por el cambio”, destacó Le Pen, que pese a la derrota firma el mejor resultado de la ultraderecha y supera los datos que ella misma obtuvo en 2017, cuando se enfrentó también con Macron. Le Pen se erigió como representante de la Francia “olvidada” y tuvo palabras de especial agradecimiento para los votantes de provincias y los de ultramar, que parecen haberle concedido la victoria en esta segunda vuelta. “Nunca abandonaré a los franceses”, proclamó la dirigente ultraderechista.