Sánchez: “España es una democracia plena y utilizar la violencia es inadmisible”

Casado le dice que debe parar los pies a Iglesias y cesar a quien no condene los disturbios// Bronca en el Congreso por el caso Hasél
Mario Álvarez
Dos personas con bengalas en el edificio histórico de la Universitat de Barcelona. Foto: E.P.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, rebatió ayer a su vicepresidente Pablo Iglesias, al afirmar que España es “una democracia plena” en la que la violencia es inadmisible, condenando también así las manifestaciones con altercados por el rapero Pablo Hasél y que han sido alentadas desde Podemos.

Después de tres días de incidentes en diversas movilizaciones en toda España por el ingreso en prisión de Hasél, Sánchez se refirió ayer por primera vez públicamente a ellos en Mérida, donde recalcó que el Ejecutivo actuará con contundencia y garantizará la seguridad, según informa la Agencia Efe.

Lo hizo al inicio de su intervención en el acto que protagonizó dentro de su gira por todas las comunidades para presentar el plan de recuperación de la economía española tras la crisis provocada por la pandemia del COVID.

Desde la oposición se le había criticado por no condenar públicamente los altercados ni desautorizado a dirigentes de Unidas Podemos como a su portavoz en el Congreso, Pablo Echenique, que había alentado las movilizaciones.

No se refirió explícitamente a la actitud del partido de Iglesias, pero insistió en que no se puede admitir ningún tipo de violencia con independencia de que sea necesaria una reforma para ampliar y mejorar la protección de la libertad de expresión.

“Pero en una democracia plena, y la española es una democracia plena, resulta inadmisible el uso de cualquier tipo de violencia y no hay excepción a esta regla, no hay causa, ni lugar ni situación que pueda justificar el uso de la violencia”, reiteró.

“La violencia es un ataque a la democracia, y, en consecuencia, el Gobierno hará frente a cualquier tipo de violencia y garantizará la seguridad”, manifestó, y añadió que la democracia ampara incluso los pensamientos “más infames y absurdos” pero no las actitudes violentas.

El líder del PP, Pablo Casado, le reclamó que cese a los ministro que justifiquen los altercados y advirtió: “Si no para los pies a su vicepresidente (Pablo Iglesias) se está haciendo corresponsable de lo que suceda”.

Además de estos ceses, incluido el del líder de Podemos, solicitó la reprobación de “los portavoces que están alentando esta kale borroka”, en alusión al de Unidas Podemos, Pablo Echenique.

Mostró su respaldo a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado para hacer cumplir la ley y preservar la seguridad ciudadana.

Por otra parte, y lo que iba a ser una comparecencia del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, para explicar su gestión de la borrasca Filomena, acabó en una bronca a cuenta del apoyo de Podemos a los manifestantes por la libertad del rapero.

Hasta el punto que el PP y Vox pidieron su dimisión si no condenaba “con contundencia” las manifestaciones de Pablo Echenique.

En las casi cuatro horas de sesión, sólo Marlaska dedicó la mayor parte de su intervención al objeto de la comparecencia, mientras que la oposición se afanó en convertirla en un monográfico sobre la libertad de expresión.