Sánchez-Feijoó: tenso debate sin acercamiento

Coronavirus
Ángela Precedo

Se veía venir. Un cara a cara entre Sánchez y Feijóo no sería precisamente un debate calmado, lleno de buenas palabras y de un intercambio de ideas que llevase propuestas comunes a buen puerto. Pero lo que sucedió este martes en el Pleno del Senado superó con creces todas las expectativas: jaleo en las bancadas (más acusado entre el grupo popular), insultos maquillados por el inteligente empleo del diccionario de la RAE y descarga de toda la tensión acumulada durante un largo verano.

Lo que comenzó de forma sosegada, con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compareciendo para analizar la situación energética y social del país, a petición popular, terminó, como suele decirse, como el rosario de la aurora. Aunque durante su primera intervención Sánchez ya dedicó alguna que otra palabra fuera de tono al PP, acusándoles por ejemplo de “hacer el ridículo” al hablar de “timo ibérico” para referirse a la excepción ibérica, no hubo demasiados sobresaltos.

Con todo, después de la intervención de Feijóo, durante la que expuso una serie de medidas populares para hacer frente a la crisis que se avecina durante el invierno sin tener que acudir a “racionamientos” de la electricidad dentro de un plan del que, tal y como criticó, el Gobierno de Sánchez todavía carece, pues dice que lo presentará en “los próximas semanas”, los ánimos se caldearon. Para muestra de ello, la dilatada contraréplica del presidente Sánchez, que alargó lo que quiso y más una respuesta que básicamente hizo referencia a “lo poco que demuestra conocer Feijóo sobre impuestos” pese a haber sido durante trece años presidente de la Xunta.

Como conclusión, aunque luego ahondaremos en las acusaciones cruzadas de ambos dirigentes, lo único que los ciudadanos españoles pudieron sacar en claro de la jornada plenaria de ayer fue una cosa: PSOE y PP nunca pactarán ni acercarán posturas, al menos mientras Sánchez y Feijóo estén al frente. Es más, el líder de la oposición proclamó que España es el objetivo de ambos, pero aseguró que la “principal diferencia” entre ellos es que Sánchez “nunca estará dispuesto a desgastarse en el tiempo que le queda en el Gobierno”, mientras que él sí está dispuesto a hacerlo “en el lugar en el que le pongan los ciudadanos”.

Por su parte, Sánchez aseguró que la respuesta a la pregunta que los ciudadanos tienen, sobre por qué el Gobierno y el principal partido de la oposición no pactan más, se resume en tres puntos: “En ninguna situación grave el Gobierno ha contado con el respaldo del PP, que ha usado la pandemia y luego la guerra para intentar socavarlo”; “de su discurso habitual que desprende que en España solo hay un partido legítimo y que respeta la Constitución y que el resto somos traidores”; y “la mayoría de sus propuestas carecen de rigor técnico, mostrando un profundo desconocimiento del funcionamiento de la Comisión Europea y de la responsabilidad que el Gobierno requiere”.

Por otra parte, y aprovechando que Sánchez recordó algunas de las medidas que el Gobierno adoptará próximamente para paliar el sufrimiento de las familias dentro de esta grave crisis, Feijóo cargó duramente contra su gestión, criticando que se dedicaron a insultarle tildándole de “ignorante”, “catastrofista” o “trumpista”, para luego terminar adoptando medidas que el PP ya proponía, como bajar el IVA a la luz o el anuncio de aprobar una excepción para instalaciones de cogeneración de industrias de gran consumo.

Ante estas acusaciones de ‘plagio’ ideológico, el presidente del Gobierno censuró que lo único que hizo Feijóo fue alinearse con los intereses de las grandes compañías eléctricas tratando de “boicotear” la negociación con la Comisión Europea para aprobar un tope al gas en la generación de electricidad.

Además, le acusó de “insolvencia y mala fe” al decir que “España se asomaba a la recesión”, algo que “descarta el panel de previsiones de Funcas”. Y cargó contra otras declaraciones del presidente del PP como su confusión sobre la prima de riesgo y los tipos de interés en su estreno en el Senado el 7 de junio.

En contrapartida, Feijóo se preguntó si Sánchez, tal y como reiteró a lo largo de todo su discurso, quiere hacer frente al que consideró un dictador, Putin, o, por el contrario, busca seguir financiándolo. Así, lamentó que España haya sido el mayor importador mundial de gas ruso por barco en julio y agosto, al tiempo que criticó la ruptura de relaciones con Argelia, justo después del inicio del conflicto con Rusia. “Putin desata la guerra y el Gobierno reacciona convirtiendo Argelia, nuestro primer suministrador, en un enemigo energético. Aglún día sabremos por qué”, apuntó el presidente del PP, posando su mirada directamente en Sánchez.

Asimismo, y como no podía ser de otro modo, la gran baza de Feijóo sigue siendo la que le ofrece el propio Gobierno con los numerosos rifirrafes internos. Cuestionando si “no hay nadie con autoridad para mandar para los líos” dentro del Ejecutivo de coalición, al que calificó por los “volantazos” y la “improvisación”, lanzó una pregunta: “Hoy sabemos que con Podemos se puede dormir tranquilamente, pero, ¿con Bildu también?”.

Es más, criticó a Sánchez que en lugar de crear un gabinete de crisis para hacer frente a la energética, optase por poner a funcionar el “comité de campaña de Ferraz” en el Ejecutivo, lo cual es “revelador” de la situación del presidente, aunque España no puede estar a expensas de sus “dudas demoscópicas”.